viernes, 25 de noviembre de 2011

3.100.- Desde la sombra a la luz: reflexión de días futuros.

Y así es que la felicidad llegó a dos corazones solitarios
que no lo fueron más, y ambos encontraron la dicha,
fueron plenos más allá del tiempo, más allá del verbo;
fueron ellos más allá de un mundo y atravesaron otoños y primaveras.

Y es que lo que andaban buscando no era lejano,
no era imposible ni parte de una negación de la vida;
sí fue un milagro, pero ya ellos sabían que la vida
está hecha de milagros a cada día, a cada respiro.

Jamás terminaron de aprender cosas del otro;
anduvieron todos los días sonriendo por alguna cosa;
creían en la magia, ¡claro que creían!,
y, muchas veces, soñaban juntos el mismo sueño.

Pasó el tiempo y siempre permanecieron juntos.
No eran inmortales, pero el amor que se tenían jamás moriría
porque hay cosas que subsisten más allá de la materia,
más allá de las sociedades y creencias. Hay cosas que sí son eternas.

25/11/11
05/07/14

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