Necesito verdadero amor para cambiar
mi estado de necesidad permanente.
Y es que debo dejar de sentirme ansioso,
rebuscador de la paz y de la luz que me das.
Y es que debo no quererte tanto
y solo amarte hasta el final.
Es cierto, la ambigüedad de estos sentimientos
es tan fina, tan difuminada, tan irreconocible.
Mis ansias de protegerte de todo
y la ofuscación de no encontrar un mundo bueno
me limitan emocionalmente a amarte de verdad,
me subyacen y claudico en las huestes de lo terrenal.
Dejándote ir y no muriendo, sino siendo feliz,
seré testigo de mi verdadero amor naciendo,
atravesando los sentimientos que me hacen añorarte.
Y es que es cierto: el amor es lo que das, jamás lo que recibes.
28/01/15