jueves, 1 de enero de 2009

3.055.- Congénere humano.

Congénere, mi mano y la tuya juntas
por sobre todas las guerras
y por sobre todo capricho destructivo
y por sobre todo complejo de divinidad.

Nuestras ideas y discursos siempre estarán relacionados
en toda la orbe y sobre toda pluralidad
que nace entre palabras, entre significados
y demandas, entre notas aclaratorias y axiomas.

Congénere preciado, asumiré, entre las falacias
de los credos que seguimos, que buscamos lo mismo.
Oleré entre tus pecados y me aliviaré
al comprobar que nada ha estado fuera de lo humano.

¡Muéstrame la esencia de tu ser
que quiero saber por qué eres tan especial!
¡Muéstrame lo que te hace tener la idea de dios!
¡Quiero entender qué te hace pensar en un dios!

01/01/09
28/01/14