sábado, 19 de septiembre de 2015

6.072.- ¿Qué será del recuerdo imposible?

¿Qué será del recuerdo que sugiere un rito dormido?
¿Qué será del último de todos los suspiros?
¿Qué será del olvido y del procaz adjetivo
que un día me hizo creer que eras tú mi destino?

¿Qué será de las vanas rosas y del oso
que no declamará jamás nunca aquel discurso?
¿Qué será de mi permanente estado de duda incierta?
¿Qué, de los otoños y qué, de las primaveras?

¿Qué será de todos y cada uno de los adioses?
¿Qué, de mi amor más profundamente dormido?
¿Qué será de mi entrañable sentir a medias,
de mi sonreír a medias, de mi permanente agonía?

¿Qué será de este último poema que nada dice?
¿Qué, de mis más de un millón de esperanzas?
¿Qué, de todo lo otro, de la compunción y del dolor?
¿Qué será del sinsabor, del beso que jamás se ha dado?

19/09/15

miércoles, 16 de septiembre de 2015

6.071.- Sueño contigo, poesía.

A veces, inspiración inspirada, sueño contigo;
sé que no estás, y quizás jamás estés,
pero observo tus ojos, escucho tu extraña voz
y me pongo a suspirar y a renacer desde ti, milagro.

Eres una ilusión, aunque no un imposible,
y yo siempre sueño contigo en cada suspiro;
me impregno de tu aura y vivo el infinito;
ansío la dicha de tenerte entre mis brazos.

Diosa de la poesía, insondable dulzura,
eres, de mis días, la más sublime fantasía;
a veces, rezo un credo pensando en tu sonrisa
y me sorprendo, a mí mismo, queriéndote sin conocerte.

Musa poeta, te entrego mi corazón y mis pensamientos,
lo más bello que tengo y la esencia de mi alma;
quisiera, un buen día, mirarme en tus ojos,
amar en tus manos, soñar en tus labios.

16/09/15

sábado, 12 de septiembre de 2015

6.070.- A fin de cuentas, eso ya es del ayer.

Ella tenía un olor muy intenso a moho y humedad.
Cuando la sentía a mi costado, sabía que no éramos nosotros;
sin embargo, los días pasaban y mi desesperanza me solía hablar,
por ello empecé a amarla de un momento a otro y sin más.

Con ella hacíamos una buena pareja: ella con la función de dulce y noble,
yo con mi adecuación infinita, la que aprendí del agua.
Eran días casi perfectos y lo hubiesen sido totalmente,
si no hubiese empezado a creer, un día, en que estaríamos juntos por siempre.

Ella es una mujer con muchos rumores alrededor.
Su principal defecto es que le importa demasiado el qué dirán.
Es capaz de hacer cualquier cosa por guardar las apariencias;
y por su afán es que nace lo divergente de su personalidad.

Una gran virtud, debo decir, es que es muy espabilada,
aunque se torne en defecto porque considera que solo lo malo necesita de ello.
Así me perdió: causándome celos a diario y dejando que yo creyera
que yo era el motivo del fin, pero ahora se lo agradezco tanto.

No es un demonio, aunque me matase; ninguna mujer lo es jamás.
Yo no era perfecto y nunca lo seré, pero mi afán de ser siempre
un poco más comprensivo de lo que fui ayer, más mundano y más sabio,
me lleva a tener la esperanza de estar, un día, totalmente de acuerdo con la vida.

12/09/15

miércoles, 9 de septiembre de 2015

6.069.- Soy lo ocasional redimido.

Soy el arquetipo de lo inverso,
lo más indómito y escaso,
la agonía y el olvido,
lo allanado y silente.

Soy lo último y lo póstumo,

el vivo grito del mudo,
la inquebrantable soledad,
el día sin bien ni mal.

Soy tu sonrisa dormida,

tu mayor secreto descubierto,
el cigüeñal del milagro,
la desidia de un beso.

Soy lo tan poco del todo,

el fin sin certeza,
mi lúgubre permanencia,
mi más cruel experiencia.

09/09/15

jueves, 3 de septiembre de 2015

6.068.- Sobre mi ser y el guarecer.

Soy el soplo divagante que a veces yace.
Soy el insólito adjetivo que, renuente, nace.
Soy esta diminuta porción del infinito
y lo socavado del amor sin un rito.

Soy anverso, ido, tan llano e irreverente.
Me invito a mí mismo al más elevado momento
y me retiro sin más ni menos, sin hablar y exento.
Soy melodía y réquiem, un ángel que no se siente.

Soy una luz que anda a oscuras,
el más sagrado momento que he perdido.
Soy mi ausencia y mis locuras,
el propósito que, aún, gloria no ha parido.

Soy mi final y siempre mi inicio.
No existo sino porque había de hacerlo,
y desangraré en un poema de amor ficticio,
quizás, sin poder jamás, mi destino, perderlo.

03/09/15