sábado, 18 de febrero de 2017

7.014.- Desposesión perpetua.

Y éste es el algoritmo del hecho:
en el que, mientras más seguro
sientas que me tienes,
menos me tendrás;
mientras más anexado a ti,
y en deuda, creas que estoy,
menos cerca a ti estaré;
mientras más me sientas
dentro de tus manos,
menos cerca de mi corazón te guardaré;
mientras más segura estés
de que estaré para siempre ahí,
estaré más intermitentemente a tu lado y lejos de ti;
mientras más sientas que te pertenezco,
menos interés tendré en pasar el tiempo contigo.

Y es que es esto lo que sucede:
el amor no es posesión.

Yo jamás te perteneceré,
así como tu jamás serás de mi propiedad.

Lo que dure el suspiro compartido
será lo que dure nuestro tiempo juntos
y nuestra eternidad.

Y eso es todo, no hay nada más que ello.

18/02/17

7.013.- Algún día no seremos más.

Algún día saldremos de esta prisión de cuatro dimensiones,
en la que nos guarecemos tan quedos y tan estáticos,
viviendo la ilusión de la absoluta libertad;
y orgullosos de ella, y pretenciosos, queremos controlarlo todo.

Algún día dejaremos esta materia y estos cuerpos,
encenderemos la chispa de una verdadera existencia
más allá de lo que actualmente conocemos y suponemos,
por encima de todo y muy por fuera de lo común aceptado.

Algún día estas letras serán lo más vano de la existencia;
los seres superiores y atemporales no apreciarán la esperanza,
la duda, el suponer, la negación, la astucia de mentir,
el sinsabor de una decepción, lo frustrante de no conocer el mañana.

Un buen día, ya sin tiempo ni deseos ni aberraciones humanas,
habremos sido menos importantes de lo que creemos ser.
A lo más seremos un souvenir de unas generaciones antagónicas
que estuvieron dispuestas a destruirse a sí mismos y por nada.

Algún día, nosotros, seremos vistos por lo que somos y no seremos nada ya.

18/02/17
29/07/17

lunes, 13 de febrero de 2017

7.012.- A Karen Almendra.

Dulzura delicada que encandiló mis suspiros un gran día.
La magia hecha mujer que me desbarató con su mirada.
Aquellos labios... esos labios que ansío probar tan deliciosamente.
El alba entre mis brazos. La existencia del milagro.

La vida y sus reveses me alejaron de ella;
así como antes me habían acercado hasta su mano,
la que besé agradecido con los cielos
por haberme permitido soñar tan fugazmente, tan intensamente.

Am... miga mía de mi vida, tengo fe en que el destino
nos llevará a volvernos a encontrar finalmente
y tomaré tus manos entre mis manos, las acariciaré con ternura
y sordamente gritaré, desde el corazón, que suspiro por tu mirada.

Hechízame y llévame al infinito plagado de ensueño.
Conviérteme en tu fundamento, en tu principio y en tu final.
No olvidaré jamás tu voz ni tu lentitud al sentir la música.
Jamás olvidaré todo lo que generaste en mí desde tan solo un beso.

13/02/17

jueves, 9 de febrero de 2017

7.011.- Yo las amé a cada una de ellas.

Yo las amé a cada pasado, presente y también futuro.
Todas fueron mi luz y, a veces, mi oscuridad.
Cada una tenía la magia desde sus ojos
y era capaz de enternecer mi corazón.

Hubieron quienes dejaron huellas más profundas,
y son casualmente de las que tan poco he escrito.
Yo las amé a cada una de ellas desde mi singularidad,
desde mi imaginación y desde mi fantasía.

Yo las amé como si ellas fueran mi vida.
Y es falso que a ninguna haya no querido:
yo las amaba tanto que hubiese querido vivir tantas vidas,
de tal manera que cada una entera se las haya entregado.

Y es en mi corazón fraccionado
que albergo cada sentimiento recopilado;
y, entre sueños y memorias y casualidades cotidianas,
renace cada sentimiento y se va, pero jamás deja de existir.

09/02/17
18/06/17

jueves, 2 de febrero de 2017

7.010.- Era hermosa como nadie.

Ella era hermosa como pocas.
La palabra perfección tomaba sentido al mirarla.
Y, desde la latencia de mi corazón, yo sentía que la amaba.
La fugacidad de la eternidad concluyó algo que quedó en miradas.

Ella era dueña de cada mirada de cualquier ser cercano.
La magia de su aroma, el yugo de su presencia, las emociones de su voz,
los sueños desde sus ojos, la pasión desde sus labios, todo decía «ven».
Y yo solo podía quedar extasiado ante tanta maravilla hecha mujer.

Ella era, a cada palmo, cielo celeste y sueños de amor.
La religión tenía excusa de ser creada si era para adorarla,
y, al menos, uno de los más hermosos poemas
debió haber sido creado solo para ella.

Ella irradiaba una visión maximizada de los placeres de la vida.
Su sola presencia hacía más agradable cualquier espera.
Y, mientras la miraba, entendía que la vida era perfecta
y que era mejor vivir equivocado si se vivía de verdad.

Y yo la sentí tan a mi costado por un minuto
y ese minuto me bastó para agradecer el hecho de estar vivo.
Yo deseé conocerla tramo a tramo de piel,
a cada peca, a cada lunar, a cada pedazo de cielo.

Todo sucedió desde mi mente: la amé y morimos juntos,
encandiló mis anhelos, añadió el factor de pasión a mis días,
encendió todo lo inflamable y derritió cada bloque de hielo en mi alma.
Yo soñé como jamás lo hice y desperté al mirarme en su sonrisa...

Pero el tiempo, los caminos distintos,
la falta de un mísero minuto adicional y la premura
me llevaron a perder el prospecto del edén negado,
y, sin embargo, gané unos minutos y otros tantos segundos

que quedarán para siempre en mi baúl de lo mágico e innegable.

02/02/17
18/06/17