7.067.- Y yo quisiera decirle que extraño su presencia.

Y quisiera tenerte entre mis brazos
y decirte que te amo,
que la vida no es completa
si no estás a mi lado.

Y quisiera sentirte pegada a mi alma
y decirle a la vida
que no hay final
cuando eres amante de lo infinito.

Y quisiera escucharte con esa voz
y esa sonrisa poderosa
que me hace soñar,
incluso estando despierto.

Y quisiera mirarte tan solo un segundo
y existir desde tus ojos,
saberme un hombre afortunado
y ser bendito desde tu magia.

23/05/19

7.066.- Belce y apeliciosa.

Eres la dulzura que me irradia de vida.
Eres el sentir de este corazón pululante.
Y, quien quiera, que diga aquello que quiera,
pero es cierto que jamás hubo tal cosa como ésta.

Eres mi trastocado esfuerzo de verme distante.
Eres mi tan soñado sentir multivalente.
Eres mi sueño, mi vida, mi, ya escrito, presente.
Eres quien hace de mí al que reza agradecido.

Eres todo lo que necesito, ni una brisa más.
Eres todo lo que me alimenta, ni un gramo más.
Eres todo lo que me lleva a la vida, ni una gota más.
Eres todo aquello que me inspira, ni un susurro menos.

Eres el beso de pececito que, sin tregua, extraño.
Eres la sonrisa aprovechada que me alegra los días.
Eres el maracuyá que inyecta emoción a este sentimiento.
Eres tan terrible, tan terriblemente apeliciosa.

Eres mis estrellas, mis 16 círculos en el cielo.
Eres mi tres millones de veces amada, mi ángel terrestre.
Eres mi tan bella. Eres mi tan dulce.
Eres mi belce... mi... belcebú.

22/05/19

7.065.- De lo incólume rasmillado.

Es difícil definir de dónde es
que nace esta tristeza.

Es difícil sonreír inquebrantable
con la ilusión rasmillada.

Quizás
sea el impacto
de la magia con lo lúgubre y mundano
que ronda fuera.

Quizás
sea el hecho de entender
que siempre hay rastros de impurezas,
incluso,
en aquello que es tan perfecto.

No sé de dónde nace ese descanso,
el alma melancólica de un futuro
y la sonrisa desdibujada
que a veces es.

Pasan los minutos
y se siente un sosiego,
una calma aparente,
algo que se prepara para lidiar
con cada uno de estos presentes.

Pero algo queda ahí astillado,
sensible al roce
y que se apercibe triste
y me entristece el recuerdo
tan solo un poco,
casi nada,
casi todo,
casi hasta el meollo del ser.

Es difícil sentirlo,
pero no entenderlo.
La vida suele golpear todo el tiempo,
cada día,
sin descanso,
y solo nos hace fuertes,
fuertes
para no dejar jamás
de glorificar
aquello
que nos permite
seguir viviendo:
la esperanza.

07/05/19

7.064.- Sosegadamente el amor sucede.

Anticipadamente
me ensalza el tiempo
y me habla de dicha,
de su sonrisa.

Inesperadamente
me regala, el destino,
una escena de luz
y todo se hace visible.

Tranquilamente
fue como todo sucedió,
sin pasiones ni locura,
lleno de chispazos eternos.

Dulcemente
es como supe de sus sueños,
de sus aspiraciones y modos,
de todo aquello que me hace amarla.

02/05/19

7.063.- Hoy he sabido.

Hoy te amo inesperadamente.
Hoy te pienso dentro de mis años
y concibo la deliciosa idea
de que no hay nada mejor
que ser testigo de tus besos.

Hoy te espero en mis noches
y llego a ubicarte entre sueños,
inmaculada y perenne,
latente dicha de mis días,
tierna promesa de un amor eterno.

Hoy fantaseo con el destino,
con el tomar tu mano por siempre,
hablarnos incansablemente,
contemplar nuestra eternidad
y amarnos hasta el fin de ella.

Hoy se me llena el corazón de tanto,
que siento que por fin Dios me ha tocado,
y me sostengo inevitable, interminable,
admirador de tu sonrisa y de tus miradas,
el ser más cercano al paraíso.

29/03/19

7.062.- Si alguna vez tuviese que hacer algo.

Si alguna vez pudiese elegir
qué lección poder darle a los demás,
escogería el poder enseñarle
al desvalido, al menospreciado y al injuriado
algo que sea capaz de hacerles sentirse capaces,
dueños de sus actos y fuentes de luz,
que sea capaz de hacerles andar
con el pecho perpendicular al suelo
y con un pleno sentimiento de integridad,
teniendo dentro humildad, calma,
alegría, sosiego y confianza.

Si alguna vez pudiese dejar algo
a algún otro ser humano cualquiera,
sería la capacidad de poder ver la vida
desde una perspectiva positiva,
de esperar mucho del porvenir,
de tener fe en la esperanza
y de persistir en su fe hacia sí mismo
incansablemente, de una manera irrenunciable,
hasta el fin de los tiempos.

Si alguna vez pudiese dedicar algo,
dedicaría mi existencia a mi propia conciencia,
me hablaría a mí mismo acerca de la magia,
de aquello inexplicable, de aquello que se siente,
de aquello que ha sido dejado en todo ser
desde el inicio de todo tiempo
para enlazar a las personas con los objetos,
con los animales, con las plantas y con las estrellas.

Si alguna vez pudiese hacer algo existir,
sería la posibilidad de poder recuperar
todo el conocimiento posible antiguo
para que hoy la sabiduría se consiga
a una edad más temprana y plena
y se pueda disfrutar más y mejor de la vida.

Si alguna vez tuviese que decir algo necesario,
diría que no hay mayor gozo que el servir,
que no hay mayor ambición que el darlo todo,
que no hay mayor bendición que un sueño tranquilo,
que no hay mayor consuelo que una sonrisa amada,
que no hay mayor dios que el amor.

24/03/19

7.061.- Los corolarios del enamoramiento.

Cada quien se enamora de algo distinto.
Algunos, como yo, se enamoran de las historias,
del momento perfecto y del apego que éstas tienen
a lo que uno cree que es el destino, el puro azar.

Otros se enamoran de espejismos,
de imágenes que reflejan a esa persona inolvidable;
se enamoran de arquetipos y modos
del ser que jamás han podido olvidar.

Y hay quienes se enamoran y se engañan,
creen que el amor será la solución,
la escapatoria de otras cosas no relacionadas;
y tanto esperan del amor que terminan decepcionados.

También están los que se enamoran de la apariencia,
del cascarón y la envoltura y creen que es todo,
sienten que se refleja lo de dentro hacia afuera
y, muchas veces, reniegan de no estar en lo correcto.

Y hay quienes se enamoran y se obsesionan,
se refugian en el miedo y temen perder la bendición.
El ego se siente poseedor y dueño de algo
que jamás será suyo, de un pacto quebrantable.

Y, raramente, existen quienes se enamoran de verdad,
entienden sobre el tiempo y la paciencia y el perdón,
eliminan su «yo soy» y hablan de momentos compartidos,
vivencias, la magia del respeto y la reciprocidad.

10/03/19

7.060.- De conocer a lo inefable en esta fábula sin fin.

Yo no sabía quién eras.
Yo no creí que existieras.
Jamás concebí, en mi existencia,
tan inmarcesible esencia.

Apareciste casi sin aparecer
en el minuto menos confiable,
en mi alucinación menos estable,
entre el ser y el no ser y el padecer.

Y apareciste entre extrañeza.
No sabía a quién había ignorado tanto.
Exististe desde ese momento de simpleza
y empecé tanto a ansiar que yo no sé cuánto.

Quise jamás irme, esperar la eternidad ahí sentado,
mirándote de reojo como quien no quiere,
hablándote sosegadamente como quien no fuere
testigo del milagro de la vida a su costado.

Y, luego, te recordé como quien jamás olvida
y te llevé irreductible en mi necesidad
de saber algo más de ti y de entender que mi vida
algún significado obtuvo al conocerte, beldad.

04/02/19