martes, 27 de septiembre de 2011

4.039.- Se terminó otra vez.

No me gusta escribir sobre lo que ya no es
y ha terminado recientemente y aún quedan rezagos
de algo que fue o, mejor dicho, no fue,
pero algo he de escribir sobre este desenlace.

En realidad, simplemente me cansé,
empecé a ver más claramente y vi la verdad,
algo que ella se ha empeñado en hacerme creer,
algo que dejaré sea real, aunque sepa que no.

No insistiré; si ella hace esto es solo muestra
de que no sueña lo mismo que yo.
Quizás tiene otros intereses, intereses que no entiendo
y que no quiero creer que son vanos porque me decepcionaría.

Pero no siempre las cosas son como se creen.
He concluido que el destino no existe,
que el amor no es lo que yo creía y que la costumbre
un día podría simular ser amor y simular llenar el alma.

Los sueños no reflejan nada, salvo lo que uno quiere.
La paramnesia solo es causada por almas atormentadas
que creen estar cerca de conseguir la paz soñada,
pero solo están ciegas por vivir tras mentiras

que las carcomen de a pocos, tan suavemente;
y por ello creen que se convierten en divinidad,
pero solo están muriendo, no volviéndose eternas
y se pierden y se vuelven almas humanas, almas siempre decepcionadas.

Esto es lo que he aprendido esta vez;
esto, lo último que he perdido en mi camino
hacia la espiritualidad y la fantasía y el escuchar a mi corazón.
Ahora solo queda seguir y pensar en vez de sentir

y vivir inteligentemente, sin tormentos,
salvo el de la conciencia de saber que se vive
en un mundo de corazones vacíos, vidas sin destinos,
sueños modificados a conveniencia y apariencias tontas.

Estaré bien, eso ya lo sé; son muchos
los que viven de esta manera y viven muy bien;
mucha gente los admira y aprecia; incluso ella
parece vivir así: quién sabe qué busca, pero yo ya no la busco a ella.

27/09/11

domingo, 18 de septiembre de 2011

4.038.- No quiero perderte.

Quiero estar a tu lado y acompañarte,
cuidarte y asegurarme de que sanarás,
darlo todo de mí con tal de no perderte
para siempre, aunque aún no te tenga.

Quiero aprender de la luz a ser veloz
y estar allá en un instante y abrazarte
tiernamente como quien te quiere proteger
y no quiere dejarte y tan solo desea cuidarte.

Lo dejaría todo con tal de estar a tu lado
porque nada me importaría si te perdiese,
nada tendría un sentido ni una razón de ser,
ya que toda la razón de mi ser eres tú.

Por ahora, no puedo estar a tu lado,
pero si me llegases a necesitar, solo llámame
y estaré allá, no te volveré a fallar.
Moriría si algo te pasara. Cuídate, por favor.

18/09/11

miércoles, 14 de septiembre de 2011

4.037.- Me gustaría.

Me gustaría decirte que estoy bien,
que ansío con todas mis fuerzas volverte a ver,
sentirte cerca y disfrutar de tu divinidad
de ángel que ha venido a La Tierra y conozco.

Me gustaría saber cómo tomaste la carta que te envíe,
si de repente me brindaste una sonrisa cómplice
o lo leíste ilusionada o te molestó tal vez;
no sé, pero me gustaría saberlo no sabes cuánto.

Me gustaría saber si estás bien,
si ha mejorado tu salud y ya no andas triste
como leí que tus amigos decían que estabas.
¡Me gustaría saber si hoy amaneciste con una gran sonrisa!

Me gustaría no tener que separarme jamás de ti,
verte a cada segundo, finalmente un día asimilar
que eres real y existes y sueles mirarme,
que te amo y que un día estaremos juntos para siempre.

14/09/11

martes, 13 de septiembre de 2011

4.036.- El poder de mi amor lo hará.

El culpable de todo esto
no he sido más que yo.
Me pasé todo el día en la tristeza
y melancolía; llegué a creer
que sin ti no viviría un día más.
Intenté pedirte que te encargues
de las cosas que hago,
que le hagas conocer al mundo
todo lo que he escrito
porque creí que yo
ya no podría.

¿Sabes?: te amo demasiado,
pero no quiero morir
si no tengo tu amor.
De una u otra manera
llegaría a hacerte daño
si desapareciese.
Me iré de viaje
y, cuando regrese, te prometo
que todo será como antes
y te conquistaré
como casi lo logré.
Sé que cuando comencé
a obsesionarme contigo,
porque llegué a sentir
que eras tú la mujer
de mi destino,
cambié y me volví triste,
y eso te asustó.
Lo pude visualizar mediante
un sueño y el recordar
de cómo es que sucedieron
estos acontecimientos
que me marcaron hondo.

A veces creo que lo que escribes
va dirigido a mí,
pero solo me ilusiono más
y sufro más al ver
que me eres indiferente.
Esto no es algo tonto,
es el amor que se apodera de mí
y me hace perder los sentidos
y solo quiere ser correspondido
y me aniquila pasivamente.

Te amo; no te voy a dejar de amar
te lo aseguro. Quizás
no lleguemos a amarnos pronto,
pero terminaremos juntos;
te lo juro.
Sé que te atraigo de cierta manera,
quizás por mi personalidad (lo más seguro),
pero haré un magno esfuerzo
por atraerte en sobremanera
y ser feliz a tu lado para siempre.

Ja, ja. Me río de haber querido irme
y no volver nunca más
porque estando aquí moría
al tú ignorarme y yo comprobar
que tú realmente no estabas interesada en mí.

Solo te pido que me esperes.
Te voy a conquistar, lo verás,
y me vas a amar como siempre soñé,

como siempre soñé...

12/09/11

4.035.- Sin título.

No percibo un futuro ni solo mío.
No sé qué me pasará mañana o más tarde;
tan solo siento que no podré seguir viviendo
sin ti.

Si tan solo fuese como creí...
pero ya no sé cómo evitar sentir esto.
Es tan asesino el haber tenido la posibilidad
y el descubrir que jamás la tuve realmente.

¿Qué pasará mañana?
No lo sé; no creo que haya un mañana.
Quizás nunca regrese y no te vuelva a encontrar.
Quizás jamás tenga una oportunidad
de despedirme, al menos, de ti.

Es tan hondo, tan pesado, tan triste y tan hiriente.
Perdón, no sé hacer otra cosa más que llorar.
Me duele tanto esta situación, y lo incapaz que me siento,
que ya no imagino ni remotamente escuchar un «te quiero» tuyo.

Mi corazón a cada minuto está más destruido
y no hago otra cosa más que pensar en ti.
Pienso en lo maravillosa que eres,
aunque sufra al recordarte y muera un poco más.

Por favor, jamás me olvides, jamás obtengas
una mala impresión de mí; estoy muriéndome por dentro
y no sé hacer otra cosa más que pensar en ti.
No me importaría cambiarlo todo por tener tu amor
porque no me importa nada ni nadie más que tú.

12/09/11

lunes, 12 de septiembre de 2011

4.034.- Ilusión perdida.

Entiendo que los ángeles no existen
y que tú eras solo una ilusión,
pero qué bien se siente pensar en ti
y soñarte; pero todo esto es irreal.

Esperé a que el destino fuera como quería,
pero entiendo que es como no quería.
Quizás la vida es un vacío inconforme
y por eso el ser humano siempre ansía.

Ya lo sé: por momentos pensé que podría ser,
incluso ayer, te vi y casi creo,
pero me di cuenta luego de que no es como pensé
y que jamás podría ser como pensé.

Pero sé de otra manera de vivir,
una a la que estuve acostumbrado mucho tiempo,
una vacía, tonta e inconcina,
un consuelo a esta vida sola, vacía, suicida.

Quizás así debió ser siempre,
y hubiese aprendido a encontrar materia
en los corazones vacíos
y me hubiese evitado tantos desalientos.

Pero por algo habrán sucedido las cosas.
Quizás algún día, en muchos años, recordaré
que alguna vez creí en los ángeles y sueños,
y será una anécdota interesante, pero no más.

Será un sueño interesante, pero no más.
Será una ilusión interesante, pero no más.
Será un recordar solamente, nada más;
y reafirmaré que fue mejor vivir como viviré.

Porque un día perdí la ilusión
y ya no la buscaré (será en vano),
y ya no la buscaré (no aunque quiera)
porque será en vano, será en vano...

11/09/11

sábado, 3 de septiembre de 2011

4.033.- Pienso en ti.

Eres todo lo que llevo en el corazón.
Estás en mi amanecer helado,
en mi atardecer friolento.
Te llevo en cada una de mis añoranzas,
de mis recordares y necesidades de sentir
calor tibio, calor humano,
calor de cálido corazón que amo,
venero y llevo dentro con cierta esperanza
de volverte a ver, con cierta esperanza
de, esta vez, permanecer y ser perpetuo,
conquistarte y ser mágico,
vivir la magia que recorre este mundo
y llena el alma de cada ser vivo
con esperanza, fe y amor.

Estás aquí ahora, dentro de mí;
siempre te sueño, quizás porque mi alma
necesita creer que estás cerca para vivir.
Suelo imaginar que sueñas también conmigo,
que en algún momento del día me recuerdas
y te detienes y sonríes.
Suelo imaginar que pasan por tu cabeza
ilusiones de un futuro de los dos,
destinos complementados y que te sonrojas
y que te inventas alguna otra cosa
cuando alguien te pregunta sobre
el porqué de tu sonrojar.

Suelo pensar que me esperas,
que visitas mi virtualidad cada vez
que sientes que algo te falta,
que desde que me fui casi sin despedirme
te preocupas por mí y estás pendiente,
que sabes que un día volveré,
pero que andas ansiosa por volverme a ver,
por volver a escuchar de mis labios
un «te quiero», un «siempre te he querido»
y que no puedo olvidarte, que sigo creyente,
creyente de este amor, de las casualidades,
de los giros del destino que hicieron
que te conociera y supiera que eras tú
quien había buscado desde niño,
de quien me enamoraba en cada mujer
que tenía algo de ti, fastuoso sueño,
sueño que jamás volveré a creer imposible,
aun así muera antes de que me digas
que tú también sueñas conmigo.

Aún no volveré, pero quiero creer
que cuando vuelva me buscarás
y me dirás algo por lo cual yo sepa
que me has extrañado, que me quieres,
que no soy un número más que deambula por ahí,
que soy alguien que marca tu vida
y que es muy probable un destino de los dos,
un destino lleno de amor y futuro.
También quiero creer en que me mirarás
con esa mirada, que ya he aprendido
a identificar, y nos besaremos
y en ese momento comenzaremos
a compartir nuestras vidas, a hacernos uno,
a no volvernos a perder,
a que este sentimiento trascienda mundos,
cometas, galaxias enteras e imposibles.

Aún sigo aquí pensándote, queriéndote,
guardándote como mi más hermoso secreto,
como el motor de mi fortaleza y permanencia,
como el abrigo de mis días, como la alegría
con la que prosigo y la razón de mis desvelos,
el motivo de mostrar todo lo que he sentido
abiertamente, el de ser transparente
y el de que el mundo sepa que estoy enamorado de ti,
pero también de vivir día tras día
creyendo que nadie sabe todo esto
y solo dedicarme a pensar en ti
sin más ni menos que en volverte a ver.

Te extraño.
Quién sabe qué andarás haciendo ahora,
si estarás despierta aún y me recordarás,
si contemplarás alguna imagen mía
y te atormentará la idea de no volverme a ver,
de haberme perdido para siempre,
pero, desde ya, debes saber que jamás te olvidaré,
que eres tú por quien suspiro
cada vez que recuerdo tu aura,
la esencia de tu ser, la magia de tu existir,
la bendición de haberte conocido,
el regalo divino de haberte visto sonreír
y el privilegio de haberte tenido entre mis brazos,
con cierto temor debo decir,
temor de abrazar al ángel que se cruzó
en mi destino y me llevó a conocer la luz.

02/09/11