viernes, 18 de mayo de 2018

7.041.- Ando siendo éste.

El tiempo me ha mostrado quien soy.
Mis errores y aciertos han definido mi ser.
La característica intrínseca de mi andar
suele representar cada sendero que he andado.

Solía creerme perfecto, con el matiz adecuado.
Solía creerme inmejorable, destinado y resoluto,
miembro de un pacto servil de dejadez.
Solía creer que todo se arreglaba con un perdón.

Cada día es el resultado de todos los días anteriores.
Toda mejora es resultado de todos los errores.
Y mi característica permanente de aprender
me ha llevado a ver más allá de lo que me enseñaron.

No creo ser más el demonio incomprendido.
No creo ser más el usuario fiel del método científico.
No creo ser más un caos dentro mío.
Solo sé que soy un hombre que mucho no ha visto.

Éste soy a cada segundo: alguien diferente,
pero que no pierde su esencia inicial jamás.
Todo lo bueno es rescatable; todo lo malo, mejorable.
Solo sé que quiero hacer aquello que se cree imposible.

18/05/18

domingo, 6 de mayo de 2018

7.040.- En tu ausencia.

No sé cómo se llame ni si tenga nombre
el agujero en el pecho que implosiona lentamente
en círculos y en ausencia, mordiéndolo todo.

No sé cómo se llame ni si tenga nombre
la carencia de la calidez en el día a día,
la ausencia de la alegría en la sonrisa,
la ausencia de la bondad en el saludo diario,
la sobrada escasez en el quehacer diario.

No sé cómo se llame el recordarte
mientras la zozobra me atiende
y no sabe decirme si me recuerdas;
solo me dice que te extraño y ya.

No sé cómo se llame ni si tiene nombre
el cariño indómito y solemne que siento por ti,
el letargo del esperarte, la carencia de mi maldad,
mi entrega entera y el vaivén de nuestros momentos.

06/05/18

jueves, 3 de mayo de 2018

7.039.- La anhela mi existencia.

Muero un poco con cada recuerdo.
Sueño cada vez más con su regreso.
Quisiera tener poderes mágicos
y teletransportarme para verla dormir
y ocultarme para poder ver su sonrisa,
y, sobre todo, regresar en el tiempo
y hacerle sentir siempre cuánto la quiero.

Siento un poco más su ausencia,
y mi corazón se retrae acongojado,
se quiere guardar en su casita, bien adentro,
y no salir hasta que el amanecer
ilumine su ventana nuevamente
y el sol haya vuelto y ría como antes
y esté feliz de que el corazón lo espere.

Me remuerde la vida con cada día que pasa
y no soy capaz de hacer que confíe en mí,
pero me vuelvo experto en perderla
y en alejarla a cada minuto más
y en privarla de ver la luz que no brilla,
lo eterno que carece de constancia,
lo mágico que carece de trucos.

Anhelo poder verla feliz, sentir su risa,
saberme bendecido al ser testigo
de su hermosura y de su alegría.
Anhelo cada uno de los momentos
entre sus dedos, entre sus abrazos,
entre su sonrisa, entre sus caricias,
entre sus besos y sus palabras de afecto.

Anhelo la bendición de su presencia.

03/05/18