miércoles, 25 de febrero de 2015

6.037.- Decía que ya no se negaría a la realidad.

No sabía el momento exacto
ni la región delimitante.
Érase un ignorante del mundo,
del mundo tan igual y tan inhabitable.

Érase una pieza que a veces sumaba,
otras restaba, pero siempre no era más que ello.
Sabía algo, quería algo, creía en algo,
tenía fe en algo y quería tener la certeza de aquello.

Sin embargo, sus lados, sus oasis,
sus planes, credos y sueños
siempre estaban en un lugar equivocado,
siempre tenía en el alma el dolor de lo ilusorio.

Decidido a dejar de sentirse engañado
quiso destruir su conciencia y su alma con un puñal.
Y, luego, mientras limpiaba el puñal, se consolaba:
«La vida es una mierda. Que se joda el destino».

25/02/15

domingo, 22 de febrero de 2015

6.036.- Cuando el amor es verdadero.

El amor, cuando es de verdad,
no necesita de palabras elaboradas
ni de conceptos,
tampoco de odas ni epopeyas.

El amor, cuando es de verdad,
solo necesita de un saludo,
de una mirada, de un gesto
o, inclusive, solo del silencio.

Cuando el amor es de verdad,
no hace falta nada más
porque el amor sincero todo lo tiene
y nos enseña que es más valioso dar.

Cuando el amor es de veras,
sabemos que Dios existe,
que los milagros se sienten mejor al respirar,
que existen los ángeles y que nosotros podemos serlo.

22/02/15

viernes, 6 de febrero de 2015

6.035.- Estar sin ti.

Estar sin ti es morir un poco a cada recuerdo,
es abrazar la nostalgia de tu compañía, de tu sonrisa,
es darse cuenta de que la vida es hermosa cuando estás conmigo
y de que lentamente me disuelvo en el olvido sin ti.

Estar sin ti, a mi lado, es permanecer lejos de la alegría,
es vivir conflictuado entre intentar saberte bien y sabernos restantes,
es protagonizar el incierto, las ansias, la necesidad de verte,
es interpretar cada silencio como un hondo vacío, como un profundo olvido.

Estar sin ti puede significar mucho y nada a la vez,
me hace darme cuenta de lo mucho que te amo,
me muestra todos nuestros momentos en un momento inesperado
y solo puedo aferrarme a la ilusión del día de tu regreso.

Estarnos así es sombrío, al menos para mí, es intangible,
es estar al borde de la desesperanza, es perder el sentido de las cosas,
es andar solo, a tientas, sin el horizonte visible, sin mi luz ni mi vida.
Estar sin ti es todo menos la alegría.

06/02/15