viernes, 27 de julio de 2018

7.043.- El café de sus ojos.

Había escuchado de los ojos cafés
y de que nunca me fíe de ellos.
Sin embargo, otra vez me los encuentro
y me hablan de un amor de ensueño.

Cómo es que esta marca se hace destino
y me sumerge en estas emociones sin motivo.
Cómo es que ella está cerca mío
y yo no puedo hacer más que sonreír.

Sorprende cómo es que el amor se envuelve
en este color de ojos que me enternecen.
Lo más vivido y lo más inexacto e imprudente
se suma con esa mirada y esa sonrisa.

Y la observo y no tengo más que decirle
que sueño toda una vida con ella a mi costado.
Y la quiero, no sé por qué, de una manera dulce
y un poco de todo el universo en un susurro.

27/07/18

7.042.- La historia del destino.

Entiendo de la vida algo que explica tanto:
cada uno vive su vida como quiere vivirla.
Si te imaginas desdichado e incomprendido,
lo serás, así la dicha ande tratando de abrazarte.

Si tienes una historia de amor irrealizable
que una y otra vez, tal telenovela, la piensas,
no es sorprendente que, aunque tengas el amor,
lo pierdas cada vez, aunque no entiendas como.

Si vives nostálgico de una historia de mártires,
no te sorprendas de vivir una vida de martirio.
Si vas soñando con una historia de adioses,
siempre vivirás en una eterna despedida.

Es así que las personas ven lo que quieren ver,
escuchan lo que quieren escuchar y aprecian
solo lo que ansían ver, oír, sentir y vivir.
Es, cada historia, fiel al protagonista que la inventa.

11/07/18
27/07/18