que pervive refugiado su beso
en el fondo del ser como una flama;
oculto, silencioso, triste y preso.
Nadie puede saber de éste mi drama
que me carcome poco a poco el seso,
que arde como una inextinguible llama,
que me detiene, ante todo, tan leso.
Y es que todo ocurre tan fugazmente
que se extraña aun más que cuando no era
y duele añejamente en algún lado.
Y no puedo sacarte de mi mente
por más cuanto el áspero tiempo fuera
y no fuese el presente ni el pasado.
08/05/20