Recuerdo que desde pequeño
asistía al colegio.
A veces, se me hacía pesado,
pero igual asistía.
Recuerdo que en el colegio
tuve mis primeros amigos,
algunos traicioneros, pero que
me ayudaron a conocer el mundo.
Recuerdo que me agradaba
sentarme en mi carpeta
y escuchar al profesor,
pero nunca me gustó escribir.
Recuerdo que nunca hacía mis tareas,
pero sí rendía bien en los estudios.
Aprendía, aunque hubiese aprendido mejor
si hubiese hecho mis tareas.
Pasé tantos años viviendo
y sintiendo la vida escolar;
hubo veces en las cuales odiaba
la escuela y ya no quería volver a asistir,
pero me hacía tanta falta
que era inadmisible faltar a clases.
Ahora termino el colegio.
Nunca más me sentaré en mi carpeta escolar.
Nunca más reiré con mis compañeros de clase.
Nunca más nos ayudaremos en las tareas.
Nunca más estaremos tan unidos.
Nunca más estaremos tan viviendo esta, tan maravillosa,
vida escolar.
Lo único que puedo hacer es despedirme
y llevarme en la memoria
tan maravillosos recuerdos
de once años mágicos,
de once años de vida infantil, risueña,
amical y agradable.
27/11/02
