miércoles, 24 de septiembre de 2014

6.026.- El recuerdo de lo fenecido.

A veces, recuerdo el tiempo que compartimos
y encuentro que el mal elemento fui yo;
las dudas, los comentarios de terceros,
la intriga, la falta de experiencia y de sensatez dejaron huella.

Es cierto: el silencio a veces es un mal guía,
tener más de dos apreciaciones en contra asesina.
Dudar de si me querías, tratar de apresurarlo todo,
porque el tiempo ya se iba, nos fue matando poco a poco.

Y es que quizás no fue el tiempo de nosotros;
no debimos de habernos conocido de ese modo;
no debimos de haber mantenido esos lazos;
no debimos de padecer esta sociedad y sus destrozos.

Ya ha pasado algún tiempo desde nuestro último beso;
tanto desde nuestras discusiones, del desconfiar de ti,
de la ausencia tuya, de la agonía de amarte y de querer saber
qué es el amor, del pretender que, en un mes, la vida entera sea.

24/09/14

sábado, 13 de septiembre de 2014

6.025.- Toda plétora tiene cierta escasez.

Todo placer tiene cierto dolor implícito;
toda gloria tiene algo de infierno.
Es así lo antagónico de la existencia,
la más sublime aberración.

Toda alegría tiene cierto desconsuelo,
y dentro de ello cabe un poco de misterio.
Lo que se ama y se quiere, a veces,
conlleva a odiar un poco, a un poco de desprecio.

Todo momento fatuo, rimbombante, esplendoroso,
lleva consigo una pizca de humillación.
Y lo que se acostumbra es simular ceguera,
malversar el destino, crear una cúpula silente.

Toda gran noticia, hazaña y honor
tiene un tenue sabor a prevaricación.
Y lo cierto es que no es que se busque esto vano,
es intrínseco al solo hecho de respirar.

La vida misma muchas veces existe
a raíz de lo que muere o va muriendo lentamente,
infecciosamente como una maldición
propia y exclusiva del hecho de nacer.

13/09/14

jueves, 11 de septiembre de 2014

6.024.- Nadie más lo sabe.

A nadie más le queda tan perfecto el mundo
que a tu sonrisa y a lo pertinaz de tu vivir.
A nadie más le queda tan perfecta la vida
que a tu carisma y a tus copos de alegría.

A nadie más le calza tan exacta la alegría
que a tu dulzura cuando tú eres mi dicha.
A nadie más le calza tan exacto el ser dichoso
que a mí cuando estoy contigo.

A nadie más se le es conocido
nuestro más somero secreto,
y es que el amar hace que nazca
lo más sobrenatural desde un beso.

A nadie más puede hacérsele entender
esto que se siente y se extiende
desde mi pecho hacia tu pecho
y viceversa, esto que es compartido y bello.

11/09/14

jueves, 4 de septiembre de 2014

6.023.- Lo nuestro es escaso y preciado.

Me agrada la sensación de no saber
si estoy despierto o estoy durmiendo:
los minutos perfectos en los que estoy
en este mundo y en el otro a la vez.

Me agrada lo hermoso del recuerdo y del presente,
los puros momentos en los que nada material puede alcanzarme
y tampoco soy cautivo de ningún sueño.
Y permanezco eterno, llano, tenue, multivalente, constelado.

Algo así es lo que me sucede cuando estoy cerca de ti:
se me quita el aire, quedo absorto e inexistente,
presa de la hipnosis de tus labios, adepto del culto a tus ojos,
ausente y eterno a la vez, parte de un misterio.

Me agrada la idea de que el amor va más allá de nuestros cuerpos,
es libre más allá de nuestras responsabilidades,
florece más allá de nuestra humanidad
y alcanza su esplendor desde un beso de nuestras almas.

Me agrada saber que lo nuestro es más que palabras,
más que momentos, más que incertidumbres,
más que rumores, más que necesidades,
más que el mundo que nos rodea, más que lo convencional y común.

Lo nuestro es atípico y, por ello, lo más hermoso.

04/09/14