miércoles, 24 de septiembre de 2014

6.026.- El recuerdo de lo fenecido.

A veces, recuerdo el tiempo que compartimos
y encuentro que el mal elemento fui yo;
las dudas, los comentarios de terceros,
la intriga, la falta de experiencia y de sensatez dejaron huella.

Es cierto: el silencio a veces es un mal guía,
tener más de dos apreciaciones en contra asesina.
Dudar de si me querías, tratar de apresurarlo todo,
porque el tiempo ya se iba, nos fue matando poco a poco.

Y es que quizás no fue el tiempo de nosotros;
no debimos de habernos conocido de ese modo;
no debimos de haber mantenido esos lazos;
no debimos de padecer esta sociedad y sus destrozos.

Ya ha pasado algún tiempo desde nuestro último beso;
tanto desde nuestras discusiones, del desconfiar de ti,
de la ausencia tuya, de la agonía de amarte y de querer saber
qué es el amor, del pretender que, en un mes, la vida entera sea.

24/09/14

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