miércoles, 27 de noviembre de 2013

5.075.- ¿Qué se puede pedir?

¿Qué se puede esperar del invierno?
Es tan proclive a morir el vivir.
Es tan urgente la vigencia de este corazón
y tan esquivo el motivo y tan ausente la magia.

¿Qué se puede esperar de los días grises?
Es tan largo el dolor, éste, de no conocerte.
Y compungido el dolor, que ya es físico dentro,
inspira un remordimiento de no ser amigo del tiempo.

¿Qué se puede querer? ¿Qué se puede soñar?
Indómito paraje que, cual tierra prometida, es visible solo póstumamente.
La reliquia de este amor y la procrastinación de un verso
distinguen el bien amado del sueño amargo.

¿Cuál es el precio? ¿Qué sacrificio he de padecer?
¿Cómo se puede existir si no se puede vislumbrar el motivo?
¿Cuándo (perdón, Cronos) se puede aspirar el momento?
Concluyo indefectiblemente que la tristeza me sienta bien

y los días pesan, la gracia me rehúye y la estupidez es eterna.

27/11/13

domingo, 24 de noviembre de 2013

5.074.- Vislumbrar el firmamento.

Decepcionarse es amargo al inicio, dulce al final.
Existen eventos críticos que vienen sin saberse.
Inmaculado conocimiento. Vetusto encuentro.
Añejado sinsabor que se te queda en el alma.

Yo no quería saberlo todo, pero necesitaba saber.
Yo no quería dejarlo todo, pero necesitaba dejarlo.
Yo no quería arruinarlo todo, pero necesitaba arruinarlo.
Yo no quería soñarlo todo, pero necesitaba soñar.

Descubrí que, muchas veces, amamos a pesar de todo,
aparentamos amar mientras nos hacemos daño,
conjugamos el perdón entre cada nueva herida
y continuamos llenando el saco que carga nuestra conciencia.

«Amar es sufrir», lo he escuchado antes y siempre ha sonado
tan resignado, tan carente, tan falto del amor propio, tan averno.
No ver más allá del dolor no te permitirá conocer la alegría.
Acallar lo que el corazón nos dice, o malinterpretarlo, siempre es un error.

Yo no quería escucharlo todo, pero necesitaba escuchar.
Yo era libre, no cargaba ninguna cruz y no sabía
que existían jesucristos que elegían cargar sus propias cruces.
Yo no quería ser testigo, pero necesitaba serlo.

Yo no quería estar presente, pero necesitaba estarlo.
Era el cielo o la tierra. Era el estruendo o el rumor.
Eran esos ojos que aparecieron cuando me hice la pregunta
o aquellos que desaparecieron en el punto de inflexión de esta curva de fuego.

24/11/13

martes, 19 de noviembre de 2013

5.073.- Entre el tenerte y el no tenerte.

Soy tan feliz y tan infeliz en este mismo instante;
soy un minuto exacto, un minuto impreciso y siempre vano.
Tengo un apotema que nace desde el corazón hasta mi pecho,
se dirige hacia ti, se proyecta y procrea estas palabras.

Soy tan halagado de conocerte y tan perturbado de no poder serte.
Intento aprender el lenguaje de tu amor, pero anda tan nublado.
La esperanza, que es el síntoma de la vida, me mantiene atento.
El ensueño de tu mirada, la magia de tu alma me hacen amarlo todo.

Lo absurdo es que sé que no puedo tenerte y, aun así, te quiero.
Inefable magia que andas cerca, luz de la Luna, brillo del Sol.
Tímido rumor de la alegría, tibio rubor de tus mejillas,
enséñame a no morir mientras te espero, enséñame a vivir mientras te quiero.

Déjame anexado a tu sonrisa, a lo dulce de tu ser y de tu gracia infinita.
Permíteme estar confundido dentro de tu ternura e inocencia,
entre tu universalidad y tu originalidad, entre tu a y tu zeta.
Déjame que te siga queriendo mientras te quiero y así, sin saberme, soñarte.

19/11/13

martes, 12 de noviembre de 2013

5.072.- Soy mitad de todo.

Soy mitad perverso, mitad generoso
(lo digo para no entrar en detalles de porcentajes).
Soy mitad indómito, mitad devastado.
Soy esclusa de un verso temerario.

Soy mitad sendero, mitad olvido.
Soy mitad imperfecto, mitad insolente.
Soy mitad cenicero, mitad fogata.
Soy mitad tu sueño, mitad mi sueño de ser tu sueño.

Soy mitad de un todo impreciso,
la milésima parte del sentido común.
Soy, más que todo, un soñador
y divago ajeno a este mundo prefabricado.

Soy mitad entregado, mitad egoísta.
Soy mitad carcelero, mitad prisionero.
Soy mitad éter, mitad mundo nuevo.
Soy mitad demonio, mitad humano.

12/11/13

domingo, 3 de noviembre de 2013

5.071.- Fuimos nuestros.

Fuiste mía una noche,
solamente una noche,
y entre tus brazos entendí
que lo mejor de la vida aún estaba por venir.

Fuiste mía una hora,
solamente una hora,
y entre tus piernas descubrí
que la vida conserva aún ciertos misterios.

Fuiste mía un segundo,
solamente un segundo,
y por ese segundo infinito
aprendí lo que es vivir en el cielo.

Fui tuyo todo el tiempo,
fuimos nuestros una noche,
y entre tus labios descubrí
cuánta pasión, cuánta ternura, cuánta dicha de sentimientos.

03/11/13