domingo, 24 de diciembre de 2017

7.030.- Hay seres que llegan a conocer la eternidad.

Hay seres que son bendecidos con ser testigos
de un parpadeo y de una mirada fija de un ángel
que, ¡oh sorpresa!, los mira enamorados y les dice
que desde ese día nada será igual, que todo será bendito.

Y empiezan a amar y no saben desde cuándo,
no pueden imaginar cómo era su vida antes de ello,
pierden la noción del tiempo y son eternos, a veces,
sobre todo cuando se miran ambos y no se dicen nada.

Hay seres que encuentran la vida en una sonrisa
y, encandilados, solo saben sonreír y nada más.
Hay seres que aman, seres que son amados,
seres más que benditos que tienen de ambas cosas.

Y también hay momentos que se hacen inolvidables,
así ya no estén las mismas personas en este mundo
o ya no exista el significado de la palabra «momentos»;
hay seres que conocen de estos momentos, seres testigos de lo eterno.

24/12/17

sábado, 9 de diciembre de 2017

7.029.- La zozobra del cambio.

Y estoy compungido y ensimismado
dentro de esta duda del inicio,
dentro de esta falta de fe en el futuro,
dentro de esta divagación.

Y es un estado aminorado
en el que me he metido
al tratar de salir del hoyo
y encontrar el más allá.

Es que la crisis,
ya me lo habían dicho,
es señal de expansión,
de crecimiento, de oportunidad.

Y es como una vela temblorosa,
el minuto después de este minuto;
y es como un traspié continuado
en el que se debe uno saber coger de algún lado.

09/12/17

sábado, 2 de diciembre de 2017

7.028.- El papel del antagonista de mi historia.

Mucho se dirá de mis mentiras y de mis silencios.
Mucho se dirá acerca de mi juego.
Mucho se pensará en mi papel de bandido
y del robar corazones sin importar qué.

Mucho se hablará de mi mala fe.
Mucho se juzgará a mi concepto de amor.
Mucho se supondrá, y aun más se inventará,
sin saber realmente aquello que deseo y ansío.

Pocos saben que, mientras miraba, soñaba,
que, mientras sonreía, lo entregaba todo
y solo quería encontrar mi destino
en algún beso, en algún vientre bendito.

Era un desesperanzado corazón atiborrado de dolor,
un sueño quedo, tenue ya y que no concibe
por qué el amor no se paga con amor,
por qué la esperanza no devuelve felicidad.

Y muchos andarán hablando del dolor que generaba,
pero solo soy una parte de este sistema,
aquel que me dio el papel y aquel en el que busco
aquella respuesta que tanto he ansiado conocer.

Y un día será, de eso estoy seguro,
entonces sabré que mi momento ha llegado
y le sonreiré a la vida y a su ironía
y rezaré por muchos, muchos años de gozo y bendición.

02/12/17