de un parpadeo y de una mirada fija de un ángel
que, ¡oh sorpresa!, los mira enamorados y les dice
que desde ese día nada será igual, que todo será bendito.
Y empiezan a amar y no saben desde cuándo,
no pueden imaginar cómo era su vida antes de ello,
pierden la noción del tiempo y son eternos, a veces,
sobre todo cuando se miran ambos y no se dicen nada.
Hay seres que encuentran la vida en una sonrisa
y, encandilados, solo saben sonreír y nada más.
Hay seres que aman, seres que son amados,
seres más que benditos que tienen de ambas cosas.
Y también hay momentos que se hacen inolvidables,
así ya no estén las mismas personas en este mundo
o ya no exista el significado de la palabra «momentos»;
hay seres que conocen de estos momentos, seres testigos de lo eterno.
24/12/17
24/12/17