sábado, 28 de junio de 2014

6.014.- Cuánto perdemos al ganar años.

Cuán grande es la infancia:
De niños, vivimos en el mejor de los mundos;
pasa el tiempo y creemos que podemos mejorar el mundo;
sin embargo, mientras vamos «creciendo»,
dejamos de soñar con cambiar el mundo;
sabemos qué está mal,
pero lo asumimos como que no puede arreglarse;
nos conformamos, creemos que las personas no cambian;
perdemos todo rastro de fe en la humanidad
y pasamos a sobrevivir y nos volvemos indiferentes.

Cuánto perdemos porque nos sentimos incapaces,
solitarios, frágiles, vetustos, raros,
casi extintos, si mostramos nuestra esencia.

Y así pasamos a dejar de lado aquello que nos apasiona,
que nos mueve desde donde estemos, que nos lleva a sentirnos vivos,
poderosos, agradecidos y serviciales.
Y nunca nos detenemos a pensar en que quizás no estamos solos,
que quizás hay otros corazones como el nuestro
y que solo están esperando un guía,
alguien que se atreva y se exponga a ser ridiculizado,
a perderlo todo, a ser apabullado, olvidado y hasta maldito.

Cuánto perdemos porque nos empeñamos en encajar en la sociedad,
en estar dentro de lo común, necesitados de aprobación, de compañía,
de algún falso saludo que nos alivie un poco el peso de la existencia,
el peso que se incrementa mientras vivimos falsos, cuadrados
y parte de un bloque de gente que no se anima aún
a arriesgarse a perderlo todo por vivir realmente,
como le dicta su corazón y le hace soñar su alma
que, de tanto esto, anda nostálgica y añora el momento del nacimiento,
el momento de ser libres y verdaderos.

28/06/14

viernes, 27 de junio de 2014

6.013.- El no-tropezar me es indiferente.

Las cosas que aprendí para evitar sufrir
son las que me hacen sufrir ahora.
Es irónica la vida y siempre tiene lecciones.
Es tanto lo que hay por vivir y siempre todo es novedoso.

Yo sé que aprender es necesario y es lo que intento.
Ojalá la vida me brinde el tiempo que necesito para aprender.
Ojalá la vida no me quite la oportunidad de sentir esto.
Ojalá pueda estar feliz de ver su sonrisa en cada memoria.

No es circunstancial, ni fuera de contexto,
lo que depara cada situación nueva.
No es más que tus palabras en un texto
lo que me abraza y trata de consolarme.

Apresurado, solitario y huraño corazón,
¿siempre vas a necesitar equivocarte
para poder estar un día acertado?
Todo lo que quiero es ser un buen recuerdo.

27/06/14

miércoles, 25 de junio de 2014

6.012.- Poema acróstico a Gabriela.

Gracias a la vida y a las casualidades del destino,
Aparecí, un abril, en una tierra hermosa.
Bendecido fui al conocer a un ángel
Regalo de mi cumpleaños, la que pedía al cielo.
Imagino que mi pacto con la vida
Es el causante de tanta alegría, gozo, dicha.
Luz del cielo, intención de un dios bondadoso,
Acierto de mis desaciertos, amor de mi vida.

Rezo y tengo fe, creo en este sentimiento más que humano.
Oro mientras la recuerdo y recuerdo nuestros momentos.
Sonrío cuando se me vienen memorias de su sonrisa.
Amo la vida y cada segundo cuando estoy a su lado.
Recuerdo lo más bello del mundo al recordarla
Infinita, perpetua, de esta Arequipa y del universo.
Obra maestra de la vida, magia de mis días, sueño mío.

Aquí en mi rincón, desde donde escribo una memoria de tus ojos,
Divago mientras te sueño y trato de sentirte cerca,
Rozo el cielo mientras te pienso y declaro que eres lo mejor de la vida.
Inmaculado secreto el de este corazón que solo sabe amarte,
Ansía la eternidad a tu costado cuidando de tu corazón.
Zanjada está mi vida: antes de conocerte, después de conocerte.
Olvídate de los momentos de vacío, soledad, incomprensión.
Lo único que quiero contigo es amarte para toda la vida,
Acurrucado entre tu alma y mi espíritu, con corazones que se tocan.

Hoy aún estoy aquí, pero ya te extraño;
Usualmente, y cada vez más, pienso en ti y siento nostalgia, necesidad de verte.
Reconozco que me hace falta llevarme un último recuerdo tuyo.
Trato de acumular la mayor cantidad de momentos compartidos.
Aliento de mis días, motivo perpetuo, ya te añoro y echo de menos.
Día tras día eres mi poesía, mi puesta de sol, mi crepúsculo, mis momentos.
Obsequio celestial, retornaré pronto y volveré a verte; ese será uno de mis mejores días.

25/06/14

lunes, 16 de junio de 2014

6.011.- Es ese dolor que es parte de este amor.

Y yo que creía que mucho había vivido,
pero nunca se me había roto tanto el corazón.
Es en este mundo, en el cual no entiendo,
por qué... (ni siquiera puedo formular mi pregunta).

Y no sé desde dónde, a partir de qué o cómo,
es que el dolor existe tan macabro, tan cruel y despiadado.
Yo no sé, juro que no sé, qué me espera en estos nueve años;
sospecho que nunca sabré lo que siempre he querido saber...

Y es que hay lugares donde no hay días por meses,
donde la oscuridad reina y atormenta mientras se «vive».
Y es que hay tierras sin sol, sin atisbos, desconsoladas,
lúgubres, parcas y tóxicas como mi corazón.

Y es que, a veces, nos arriesgamos y siempre,
siempre, hay una primera vez, pero nunca hay tanto dolor.
Siempre se puede soñar, pero despertar jamás debe ser tan criminal.
Yo solo quería quererte y terminé necesitándote y eso ya me está matando.

16/06/14

miércoles, 11 de junio de 2014

6.010.- Te quiero.

Te quiero desde mis adentros y para tu alma.
Te quiero y no quiero saber si el mañana oculta algo;
solo quiero estar a tu lado y sentir este momento
como lo eterno, como el todo. Te quiero tanto, mi sol.

Te quiero desde la primera vez de tu mirada,
desde lo indescifrable de esos ojos que me roban el sueño.
Te quiero, amor mío, corazoncito emparejado,
soneto de mis días, mi crepúsculo sempiterno.

Te quiero sin más verbo y/o explicación alguna.
Eres mi sueño hecho realidad, mi más profundo desvelo.
Eres mis días felices, la algarabía de poder verte cada día.
Eres mi principio y mi final, la cota de mis fantasías.

Yo no te tengo una promesa ni, mucho menos, un juramento;
yo solo te tengo esta mirada que dice mucho y jamás miente.
Yo no tengo un poema ni siquiera un verso para ti;
todo lo que tengo es este corazón que solo quiere amarte.

11/06/14

domingo, 8 de junio de 2014

6.009.- Extrañarla desde la plaza de Yanahuara.

Siento cierta nostalgia en este momento,
en el cual la plaza reposa soleada y muda
como mi corazón que sabe que la volverá
a ver, pero ya la anda extrañando.

Siento cierta nostalgia hoy que el Sol
penetra a mis adentros con rayos que calientan,
pero no abrigan. Lúgubre paciencia
necesitada de su abrazo y de su beso.

Siento cierta nostalgia, entre tanto,
mientras convalece mi alegría y, sin fundamento alguno,
detesto los domingos lejos de su sonrisa
y claudico necio, absorto, contrariado en su ausencia.

Siento cierta nostalgia de verte mientras respiro
y te conviertes en mi aire y en mi razón de seguir,
en lo más real de este mundo, en lo más ideal de este corazón;
y extraño verte desde mi verbo hasta mi esencia.

08/06/14

sábado, 7 de junio de 2014

6.008.- Poco se dice del vivir.

Se habla mucho del destino,
de las casualidades, de lo predestinado
y de lo que está trazado en nuestro camino,
pero pocas veces somos testigos del suceso.

Se habla tanto de lo que se cuece,
de lo que tácitamente está implícito
y no es circunstancial, no es abyecto
ni partícipe de ningún credo; es libre entre comillas.

Se habla otro poco del sueño de todos,
de lo televisado y que navega entre señales,
ondas que esclavizan y extinguen lo original,
lo diferente de mi vida, de su vida, de tu vida.

Pero jamás se habla de que puede uno
quedarse absorto por la magia que existe desde el milagro,
por el destino, por sus casualidades, por lo implícito,
por lo libre y sin parámetros. El silencio es testigo del suceso.

07/06/14