miércoles, 25 de junio de 2014

6.012.- Poema acróstico a Gabriela.

Gracias a la vida y a las casualidades del destino,
Aparecí, un abril, en una tierra hermosa.
Bendecido fui al conocer a un ángel
Regalo de mi cumpleaños, la que pedía al cielo.
Imagino que mi pacto con la vida
Es el causante de tanta alegría, gozo, dicha.
Luz del cielo, intención de un dios bondadoso,
Acierto de mis desaciertos, amor de mi vida.

Rezo y tengo fe, creo en este sentimiento más que humano.
Oro mientras la recuerdo y recuerdo nuestros momentos.
Sonrío cuando se me vienen memorias de su sonrisa.
Amo la vida y cada segundo cuando estoy a su lado.
Recuerdo lo más bello del mundo al recordarla
Infinita, perpetua, de esta Arequipa y del universo.
Obra maestra de la vida, magia de mis días, sueño mío.

Aquí en mi rincón, desde donde escribo una memoria de tus ojos,
Divago mientras te sueño y trato de sentirte cerca,
Rozo el cielo mientras te pienso y declaro que eres lo mejor de la vida.
Inmaculado secreto el de este corazón que solo sabe amarte,
Ansía la eternidad a tu costado cuidando de tu corazón.
Zanjada está mi vida: antes de conocerte, después de conocerte.
Olvídate de los momentos de vacío, soledad, incomprensión.
Lo único que quiero contigo es amarte para toda la vida,
Acurrucado entre tu alma y mi espíritu, con corazones que se tocan.

Hoy aún estoy aquí, pero ya te extraño;
Usualmente, y cada vez más, pienso en ti y siento nostalgia, necesidad de verte.
Reconozco que me hace falta llevarme un último recuerdo tuyo.
Trato de acumular la mayor cantidad de momentos compartidos.
Aliento de mis días, motivo perpetuo, ya te añoro y echo de menos.
Día tras día eres mi poesía, mi puesta de sol, mi crepúsculo, mis momentos.
Obsequio celestial, retornaré pronto y volveré a verte; ese será uno de mis mejores días.

25/06/14

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