Hay miradas que enamoran.
Hay segundos petrificados
en la memoria inmarcesible
y permutan indefinidamente.
Hay segundos petrificados
en la memoria inmarcesible
y permutan indefinidamente.
Hay silencios que coexisten
con la cotidianidad del vivir
y te cuentan tanto del destino,
de los momentos más sentidos.
Hay visiones, de vez en cuando,
de un futuro extenso de sueños
al lado de su risa, de su melodía,
y de ser un fiel testigo del milagro.
Hay recuerdos. Hay sonrisas.
Hay soles del mediodía y paz en el corazón.
Hay breves momentos en esta vida
que solo duran para siempre.
13/09/20