jueves, 4 de septiembre de 2014

6.023.- Lo nuestro es escaso y preciado.

Me agrada la sensación de no saber
si estoy despierto o estoy durmiendo:
los minutos perfectos en los que estoy
en este mundo y en el otro a la vez.

Me agrada lo hermoso del recuerdo y del presente,
los puros momentos en los que nada material puede alcanzarme
y tampoco soy cautivo de ningún sueño.
Y permanezco eterno, llano, tenue, multivalente, constelado.

Algo así es lo que me sucede cuando estoy cerca de ti:
se me quita el aire, quedo absorto e inexistente,
presa de la hipnosis de tus labios, adepto del culto a tus ojos,
ausente y eterno a la vez, parte de un misterio.

Me agrada la idea de que el amor va más allá de nuestros cuerpos,
es libre más allá de nuestras responsabilidades,
florece más allá de nuestra humanidad
y alcanza su esplendor desde un beso de nuestras almas.

Me agrada saber que lo nuestro es más que palabras,
más que momentos, más que incertidumbres,
más que rumores, más que necesidades,
más que el mundo que nos rodea, más que lo convencional y común.

Lo nuestro es atípico y, por ello, lo más hermoso.

04/09/14

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