martes, 7 de mayo de 2019

7.065.- De lo incólume rasmillado.

Es difícil definir de dónde es
que nace esta tristeza.

Es difícil sonreír inquebrantable
con la ilusión rasmillada.

Quizás
sea el impacto
de la magia con lo lúgubre y mundano
que ronda fuera.

Quizás
sea el hecho de entender
que siempre hay rastros de impurezas,
incluso,
en aquello que es tan perfecto.

No sé de dónde nace ese descanso,
el alma melancólica de un futuro
y la sonrisa desdibujada
que a veces es.

Pasan los minutos
y se siente un sosiego,
una calma aparente,
algo que se prepara para lidiar
con cada uno de estos presentes.

Pero algo queda ahí astillado,
sensible al roce
y que se apercibe triste
y me entristece el recuerdo
tan solo un poco,
casi nada,
casi todo,
casi hasta el meollo del ser.

Es difícil sentirlo,
pero no entenderlo.
La vida suele golpear todo el tiempo,
cada día,
sin descanso,
y solo nos hace fuertes,
fuertes
para no dejar jamás
de glorificar
aquello
que nos permite
seguir viviendo:
la esperanza.

07/05/19

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