viernes, 25 de noviembre de 2011

3.085.- Desde la sombra a la luz: él la encuentra y decide hablarle.

Nada jamás resulta como se cree que sucederá.
Nada es tal cual se espera que sea.
Por más que se tomen en cuenta muchas variables,
en las ecuaciones de la vida siempre hay un amplio margen de error.

Nada es como se cree que será.
Nada es como debiera ser, o quizá sí,
y el «como debiera» sea totalmente desconcertante
e imposible de definir.

Hoy la vi; quise decirle lo que pensaba.
Me trabé. Dije cualquier cosa (ya ni recuerdo qué),
pero me sonrió. Le habré parecido gracioso seguramente;
le habré parecido un triste payaso tal vez.

Debiera estar feliz porque logré que me sonriera,
pero me agobia la sospecha de que estoy perdido.
No importa. Seguiré con, ésta, mi lucha
y llegará el día en el que le diga todo lo que planeo.

25/11/11

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