Aparecen unos labios en la oscuridad:
supongo que deben ser de alguien real.
Me pierdo entre un beso y una caricia,
supongo que de quien aún no conozco el nombre.
Son cosas que pasan y no tienen explicación,
quizás causa y efecto, consecuencias de no buscar nada.
Son cosas que se dan y no hay responsables,
tampoco víctimas, solo corazones apagados.
Suéñame en tu deleite, apacíguate en mi recuerdo,
no importa si se te exalta la vida o el respirar
mientras me piensas y yo también te pienso,
acurrucado entre tus costados y casi sintiendo que te tengo.
No hay más que el momento ficción de la película,
la más grande y oscura agonía disfrazada,
el refrán que ahuyenta a la vida, la equivocación
de un corazón solitario, con cierta esperanza, pero harto de esperar.
25/11/11
04/07/14
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