–Ella: «Pues, yo también te amo y no quiero perderte».
–Él: «Entonces, dejemos los malos entendidos y escuchémonos».
–Ella: «Está bien. Hablemos sinceramente y sin suposiciones».
–Él: «He hecho muchas cosas mal, no he tenido tacto contigo.
Soy consciente de mis errores y quiero enmendarlos.
Haré lo que sea necesario porque jamás quiero dejarte
y quiero que me perdones y construyamos, ya conociéndonos».
–Ella: «He sido muy intransigente, necesitaba que fueras de la forma
y el modo en el que yo esperaba que fueras;
sin embargo, había olvidado que no somos perfectos
y que no necesariamente tu manera de quererme será como yo quiera».
–Ella: «No olvidemos esto, la experiencia nos hará mas grandes.
Amémonos sin reparos, cuidando cada uno del otro».
–Él: «Ya que ambos tenemos una promesa para el otro,
esforcémonos por hacer que esto madure y amémonos para siempre, amor».
–Ella: «Así lo haremos». –Él: «Te lo garantizo, amor mío».
25/11/11
05/07/14
No hay comentarios:
Publicar un comentario