lunes, 26 de noviembre de 2007

2.081.- Por fin sabrás de mi amor eterno.

Siempre dije que amándote no lograría que tú me amaras,
pero esta vez es mi único recurso.
Así que te amaré y te amaré y te lo diré
y veré si así consigo hacer que esta vez por fin me ames.

Quizá vuelva a decir que lucharé por ti hasta el final
y quizá también vuelva a no hacer nada y solo esperar.
Me tragaré mis promesas, recogeré mis cartas,
sellaré con agua bendita mis endemoniadas mentiras.

Iré, claro que iré –éste es mi plan– y te veré, nos veremos;
tú tal vez me preguntes que qué demonios hago allí;
yo solo usare mi único y último recurso;
entonces, sabré al fin si el amarte puede hacer que me ames o no.

Tal vez espantada me cierres la puerta en la cara;
tal vez sonrojada te inmutes y yo pueda besarte;
tal vez enfadada me abofetees y me mandes al demonio;
tal vez satisfecha me confieses tu mutuo amor y yo me sonroje.

25/11/07

No hay comentarios:

Publicar un comentario