jueves, 22 de noviembre de 2007

2.077.- Tibia vida.

Rayos de luz, auroras matutinas, soles del mediodía;
tibia paz en este desconsuelo: mi vida.
Razones que ondean, vagan tiernamente, vuelan, gimen.
Pálidas verdades, sombrías meditaciones, falsas mentiras.

Moléculas de polvo, tétricas desesperanzas,
música del olvido; tibia paz, en suma, para este desconsuelo.
Cartas que se escriben para no sé quién, para no sé dónde.
Palabras que pueden ser solo viento, pero que duelen como estacas.

Pedazos de ideas de cosas imposibles, difíciles de entender.
Maña de Caronte, de sucio adversario que pelea por su vida.
Escritos invisibles, charlas solitarias, cosas que nunca quedan
y que jamás tendrán repetición en esta inope vida.

Los pájaros cantan, las ramas de los árboles se ondean.
Mi tibia paz es tibia aún; mi desconsuelo, desconsuelo por siempre.
Mis limadas maneras, cavernosa voz, soñolienta mirada.
Una vez más está en tibia paz este desconsuelo: mi vida.

22/11/07

No hay comentarios:

Publicar un comentario