Hoy es un día soleado:
el cenit apareció muy temprano
y el nadir aparecerá muy tarde.
Hoy estoy feliz.
Miro el caminar de una dulce muchacha:
qué jocoso es su andar
y que hermosa que es ella.
Hoy puedo amar.
La gente está alegre también.
Hoy no vi a nadie fruncir el ceño.
Hoy he estado esperándola.
Hoy la voy a ver.
¡Ja!, con que llegaste,
volteaste la esquina y ni pensaste
en que estaría yo esperándote
(y también estoy amándote).
–Hola, ¿te da gusto haberme visto?
–Sí, me da gusto.
–Pues hoy iremos a donde el destino nos lleve,
hoy vagaremos por la eternidad eternamente.
12/11/07
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