Póstumamente te recodaré.
Póstumamente sabré, al fin, tu gran secreto porque
póstumamente me lo dirás.
Póstumamente sabré, al fin, si yo seré aún o si desapareceré nada más.
Repetidas veces caigo en cuenta de si
la margarita que deshojo tiene un número non de hojas,
aterrado con la idea de que no sea así:
"Me quiere, no me quiere,...".
Y, luego, tratando de reincorporarme,
balbuceando alguna cosa estúpida como siempre,
imitando a un perro, moviendo la cola,
te digo que por favor me lo digas.
Y caigo desbocado, quizá en cámara lenta,
y no podía suceder menos con la respuesta que das;
es inenarrable gracias a Dios, o porque yo quiero,
porque me avergonzaría demasiado el escribirla.
Solo queda seguir esperando hasta morir, ya que
póstumamente me lo dirás y también
póstumamente lo sabré, y sabré también
si yo aún seré o simplemente desapareceré nada más.
22/11/07
No hay comentarios:
Publicar un comentario