Largo segundero, aún más largo minutero;
largos sus saltos; lentos sus movimientos.
Tiempo cansado que ya no puede correr;
tiempo envejecido, añejo e incapaz.
Tictacteos aburridos, perezosos, desganados,
destinados a detenerse, a terminarse en algún momento,
a extinguirse junto al tiempo,
al melindroso tiempo; tiempo que cojea y se extingue.
Y mi vida debiera hacerse acaso más larga,
pero se acorta solamente y se hace menos y también se extingue
y ni siquiera vivo vívida-mente mi vida,
tan solo pasa aburrida, perezosa, desganada como un tictacteo.
Y me desvirtúo, me deshago, me encojo, casi muero.
Y no puedo contar ya una hora, ni siquiera un minuto entero.
Pierdo los estribos y luego pierdo el vigor
y caigo aplastado como un reloj de Dalí.
28/12/07
No hay comentarios:
Publicar un comentario