miércoles, 19 de diciembre de 2007

2.093.- Desorden.

Millones de papeles tirados en el suelo.
Lámpara que solo alumbra una parte de mi cuarto.
Sábanas revueltas, desordenadas, hechas un caos,
un caos como mi vida, mis soledades, mis pensamientos.

Siendo un hombre lleno de caos, aún se puede vivir;
pensando aleatoria-mente, aún se puede pensar;
sintiendo cosas que no van, aún se puede sentir;
haciendo cosas que no son, aún se puede hacer.

Matar inocentes, salvar culpables no es tener caos, es tener equívocos;
yo tan solo soy caótico por dentro, cuerdo por fuera.
Soy tinta indeleble en mis acciones, tinta deleble en mis emociones.
Soy un ser lleno de distorsión: cosas que no están, pero están; se van, pero se quedan.

Soy un ser aborrecible; un ser que no debería ser medido como los demás;
un ser que tan solo quiere vivir y se emociona y se enreda;
un ser de los que ya no quedan, o quizá de los que van en aumento;
un ser extraño, aún más extraño para mí, para mí que soy mucho más extraño aún y así.

18/12/07

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