domingo, 2 de diciembre de 2007

2.084.- ¡A levantarse!

El universo está posicionado de tal manera que me favorece:
todo asequible, todo en buenos términos;
sin embargo, tirado a la bartola, mi espíritu se mece
y no me queda más que clamar por una oportunidad.

Dios, desde mañana comenzaré, hoy ya es muy tarde;
me esforzaré, haré, me animaré y, si es necesario, fingiré vigor.
Todo tengo que hacerlo. Adiós mediocridad tan tibiecita.
Desde mañana daré todo lo qué esté a mi alcance y lo que no también.

No me importa si empiezo a hablar y a decir tontería y media,
lo que me importa es que opinaré y mejoraré cada vez.
Haré, siempre haré. Prefiero lamentarme por lo que hice que por lo que no hice,
ser un actor a ser un espectador; adiós tranquilidad de butaca.

Todo este universo trabaja a mi favor, no lo decepcionaré;
que tenga por seguro que daré mi mejor esfuerzo.
Claro que me importa la gloria, pero, si no la consigo,
quiero al menos que mi conciencia no tenga qué reclamarme.

01/12/07

No hay comentarios:

Publicar un comentario