jueves, 6 de diciembre de 2007

2.088.- En un mágico sueño, descansa por allá.

Tan callado y tan quieto. Tan paciente y tan parco.
Tan silente y tan distante. Tan en espera y tan doliente.
Tan él, pero tan sin él; es él, pero no lo es.
Estuvo aquí; hoy ya no está; está en mejor lugar.

Mejor lugar que esta vida tan fastuosa, llena de gozos y alegrías,
mejor lugar que esta realidad: solo la muerte, solo la muerte.
Y siempre pediremos que su alma la disfrute
tanto como nosotros intentaremos disfrutar esta vida.

Y la verdad no sé si el muerto es él o soy yo
o si lo somos los dos o si no lo es ninguno
o si somos los únicos vivos en este silencioso universo
o si él es yo en otro tiempo y en otro espacio y yo soy él en otro espacio y en otro tiempo.

Perfilados mis sentimientos de tal manera que no se cohíban;
solo déjense llevar, permítanse llevar, permítanme llorar.
No sé si mis manos leprosas serán mías aún o si mañana cuando despierte
me encontraré en otra realidad sin entender por qué los demás lloran por mí si yo estoy tan feliz, libre al fin.

05/12/07

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