jueves, 10 de marzo de 2016

6.087.- Memoria de aquella ilusión.

Y he sido terco, lo reconozco, hasta más no poder,
ilusionado hasta lo inocente e irrevocable,
suplicante de lo fastuoso y soñado de tu amor,
pero no siempre creeré en esto: ando cansado ya.

Y si me vas a elevar al nivel de un dios
para justificar tu humanidad, tu errar;
mejor elévame al nivel de lección
y no desistas; el cinismo a veces mata.

No lo olvides: lo peor que puedes hacer en la vida
es hacer siempre lo mismo,
los errores y omisiones, por lo general,
suelen ser tan caros y desahucian.

Y te habías convertido en mi esperanza
de este insano mundo, de esta tragedia ambulante,
pero también te perdiste y, finalmente, vi tu rostro
y todo volvió a la normalidad, al seis y al ocho.

Ahora no quiero ser la antipatía del mundo,
el rezagado que no puede ver más luz por su ceguera,
el residuo de la sociedad, el que roba esperanzas,
pero así, de esta sufrible manera, así me voy sintiendo.

21/02/14
10/03/16

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