domingo, 10 de febrero de 2008

3.013.- Quiero que me quieras.

Te quiero.
Te quiero y no sé cuanto; no sé si esto se pueda medir.
Te quiero. ¡Por un demonio!, ¿por qué te quiero?
Te quiero. ¡Maldita sea!, ¡a pesar de mi pesar!

Tu sonrisa. Tus labios. Tu triste alegría en mi corazón.
Tus eternos momentos. Tus inquietantes miradas.
Quizá con tu desprecio hayas hecho que te ame.
Quizá con tu olvido suceda que yo te extrañe aún más.

Puede ser que me guste que me humilles.
Puede resultar de mí un ser rastrero.
Puede converger en incomprensión mi filosofía.
Pero nunca podré dejar de amarte. ¡Rayos!

Quiéreme que no es un lujo, sino una necesidad.
Lo sé, eres demasiado especial para quererme,
pero necesito que me quieras, te ruego que me quieras.
Me humillaré todo lo que pueda, pero quiéreme ya.

09/02/08

No hay comentarios:

Publicar un comentario