miércoles, 3 de agosto de 2011

4.025.- Eres mi bendición.

Eres tan bella como el más hermoso sueño.
Tus ojos me pierden en una ilusión sin final
y de tu sonrisa obtengo la alegría
y de tus labios las más sublimes fantasías.

Eres un ser divino que habita en mi corazón
y llena mi alma de una ternura infinita,]
que me envuelve en una candidez de ensueño
en la que he aprendido a volar, y solo por ti.

Tibio, dulce, bravo, entrañable, excelso sentimiento
que me ahoga en pensamientos maravillosos y me guía
hacia el más hermoso sueño, que es estar a tu lado
por toda la inmensidad sin tiempo ni espacio.

¿Cómo es que te encontré?
Quizás Dios me dio ese regalo
recompensándome por una vida llena de desamor
y corazones vacíos e ilusiones rotas y sueños grises.

Quizás, al yo haber nacido y haber Él visto mi destino,
supo que eras tú quien me robaría el sueño
y con quien cambiaría mi sino y te trajo al mundo
para encontrarnos y amarnos hasta el fin.

Solo quiero agradecerle a Dios
el que me haya regalado un poco de su luz
y me haya hecho tan feliz al marcarme con tu existencia
y hacerme descubrir este sentimiento

a veces intenso, a veces dubitativo,
a veces hilarante, a veces creyente,
a veces divino, a veces tonto,
a veces orate, a veces amor, a veces destino.

Dios me ha bendecido y estoy muy agradecido
por ti, dulce sueño, magia real, corazón puro,
fastuoso angelito que me da la vida o me la quita
con su alegría o con su ausencia.

03/08/11

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