domingo, 14 de abril de 2002

1.007.- Mundo decepcionante.

Yo creí que mi hermano
era el de carácter vanaglorioso,
con ese toque mágico que lo hacía vivaz,
ese toque de liderazgo, de innovación,
pero me equivoqué.
Él se fue haciendo
despechado, de ideas tontas,
de carácter vengativo, apresurado, negativo
y ya no fue más el mismo.

Yo creí que el mundo
era el de carácter anhelante,
con ese toque mágico que lo hacía vivaz,
ese toque de ayuda, de innovación,
pero me equivoqué.
Él se fue haciendo
egoísta, de ideas tontas,
de carácter excesivamente atroz, pasivo
y ya no fue más el mismo.

Pobre mi hermano y pobre el mundo.

14/04/02

No hay comentarios:

Publicar un comentario