martes, 4 de marzo de 2008

3.026.- E-mail cautivo. Mensaje furtivo.

Hoy me hackearon el correo electrónico
y me sentí desolado: ¡una parte de mí ya no estaba!
Yo solo quiero que esto no sea crónico
y que no signifique nada más que una pequeña traba.

Y hoy que recibiría de ti un mensaje,
hoy que he estado tan emocionado por saber de ti, amada.
Y hoy que me sucedió este sabotaje,
hoy que quisiese estar contigo en una velada.

Por suerte, tengo un correo alternativo.
Haré que me envíen allí una clave temporal
y recuperaré a este e-mail cautivo,
a esta parte mía que es incorporal.

Luego de haberlo recuperado,
leeré tu mensaje (espero que no lo hayan borrado)
y espero que no te hayan contestado,
diciéndote, tal vez, que no o que ya de ti estoy cansado.

Lo logré: por fin pude recuperar mi correo.
Ahora estoy buscando tu mensaje en mi bandeja de entrada.
Creo que esta noche estaré lleno de arreo.
Pero... ¿qué veo?, ¡de ti no hay ni un mensaje!, ¡no hay nada!

Busco en mi papelera de reciclaje (a ver si lo han borrado).
No estás ahí tampoco y ¡mi papelera no ha sido vaciada!
Yo que esperaba con tantas ilusiones tu mensaje y éste no ha llegado.
Y ahora me encuentro inmerso en esta jeremiada.

04/03/08

No hay comentarios:

Publicar un comentario