domingo, 8 de octubre de 2017

7.027.- Él la amaba porque la amaba.

«Clásica y excelsa, espontánea e infinita,
avasallante y divinizada... ¿Quién eres? Quiero saberlo.
Si nos pusiéramos a definir 'belleza',
tú cabrías en cada una de las definiciones.»

–Y es así como la conoció y la amó
desde el primer momento de su mirada...–

«Extrañar luego de un día,
como si fuese de toda la vida,
no es por el tiempo sucedido,
es por el tiempo imaginado sin verte.»

–Conforme pasaba la vida, sentía que su amor
se hacía mas vasto e insondable; sin embargo:–

«Y es que te amo, pero parece que no te entiendo;
te busco y, a veces, no te encuentro;
eres mi más soñado destino, pero no te alcanzo;
quiero cada una de tus miradas de amor que no tengo.»

–Fue así como ella partió, pero no pudo olvidarla;
cada día la llevaba en pensamientos y solía pensar...–

«¿Es esto lo que me deparaba el destino?
¿La infelicidad es lo único en mi horizonte?
¿Algún día podré volverla a ver y a enamorarla nuevamente?
¿La amaré hasta el último de mis días?»

–Y trataron de convencerlo de que la olvide
con muchos argumentos, pero él no podía olvidarla

y, entre tanto, ya había escuchado ese concepto:–
«El amor no es espontáneo, es un síntoma de agradecimiento,
de compensación por un favor hecho, por algún tácito regalo.»

–Lo pensó bien. Analizó lo que había escuchado
y concluyó que la amaba porque le había dado algo muy valioso:–
«La esperanza de que se puede amar incondicionalmente.»

–Y, desde aquel momento, siempre la llevó en su recuerdo...–

28/04/13
08/10/17

No hay comentarios:

Publicar un comentario