domingo, 10 de marzo de 2013

5.038.- Mi amo: el tiempo.

Suele suceder, sucede,
que la vida jamás te regala el tiempo;
ni te lo vende ni te lo arrenda,
tan solo evita dártelo.

Si es para después,
es para jamás.
Si es para mañana,
el mañana no existe.

No consigo comprender
por qué es que el darle tiempo al tiempo
es carcomer pedazo a pedazo
una ilusión.

No consigo comprender
por qué es que el ser del tiempo
es morir lentamente,
morir desde adentro, desde cada adiós imprevisto.

No consigo aceptar
por qué es que se va,
por qué siempre se va
y jamás se queda.

No consigo aceptar,
no lo consigo, no,
que siempre sea un «tal vez»,
una posibilidad, tan solo una puerta.

Suele parecer, parece,
que la vida le regala
espíritus al tiempo, corazones e ilusiones.
Por tanto, soy su esclavo... ya estoy perdido.

10/03/13

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