miércoles, 25 de julio de 2012

4.076.- Te sería, siéntelo.

Moriría por un «te quiero» tuyo.
Te lo juro, lo haría.

Me bañaría de tu vanidad
por solo un beso tuyo;
de esos labios,
hasta por un soplido.

Alcanzaría las estrellas y el infinito
por la miseria de tu mirada,
de esas que parecen que ni ves,
que ni perteneces aquí.

Me comería la madera
de tu tumba o de la mía,
si alguno de los dos fallece
sin haber probado el sabor
de los labios del otro.

Te protegería, ¿sabes?
Te cuidaría de cada tormenta,
de cada inframundo,
de cada tibieza en el mundo.

Ansiaría sentirte cerca a mi corazón
para siempre.
¿Lo ves?:
soñaría con cada sueño tuyo.

Velaría cada tramo de tu piel;
lo atesoraría.
Conjugaría el verbo amar
y todos sus sinónimos, créeme.

Estaría para ti
allí, donde más me necesitases.
Estaría por ti
aquí, donde más me sintiese pleno.
Sería en ti todo y cada cosa;
no habría por qué buscar más,
te lo aseguro.

Caminaría tu camino
y andaríamos enfrascados
en una charla sin fin.
Te llevaría a andar por mi camino
y mi camino sería el tuyo;
y el tuyo, el mío.
Y todo lo ajeno sería todo propio,
y lo sin cultivar
podría cosecharse.

¿No me crees?
Haz la prueba y
lo sabrás, entonces.

25/07/12

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