Hacer las cosas porque crees en ellas,
hacerlas por convicción
y mostrar la vida que nace en las entrañas.
Ser un salmón e ir contra la corriente;
nadar en contra de las fuerzas pasivas;
luchar tenazmente; hallar divinidad perpetuamente.
Sonreír porque la vida está plagada de alegría
y todo lo demás tiene salida
y porque encontrarla es un fabuloso reto.
No dormir jamás;
no dejar jamás de soñar
y vivir el presente como lo que es: lo único.
Quitarse la vendas de embalsamiento;
exponer el ser ante el viento que roza,
los fantasmas que se acercan, el daño que asoma.
Exponerse a vivir,
a ser y, con esto, a permanecer:
exponerse a sentir.
Entregarse a los sueños, al respiro.
Hallarte a ti mismo; congeniar contigo mismo.
Ser el que estás dentro y lucir como el que eres.
Apreciar el tiempo por sus segundos;
apreciar el espacio como eterno;
magnificarse de la gloria de este preciso sentimiento.
Y, de esta manera, comenzar a vivir.
08/07/12
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