domingo, 12 de mayo de 2002

1.013.- A mi madre.

Madre, la siempre mujer abnegada,
sacrificada y amorosa,
la que cría de ti cuidadosa,
la que te ama, te escucha
y te comprende.

Madre, esa mujer tan hermosa
de cálida y reconfortante sonrisa,
de bellos y útiles consejos,
de gracia tan primorosa,
de maternales caricias
y de espléndida sabiduría.

Madre, desde que yo fui pequeño,
siempre estuviste ahí
cuidándome e insistiéndome
en que comiera, en que dejará de jugar,
que cumpla con mis obligaciones,
que sea educado,
que crea en Dios
y que aprenda todas las enseñanzas
que me dabas y me das.

Madre, siempre quisiera, yo,
devolverte todo lo que me das,
brindarte todo mi amor y mi cariño,
serte comprensivo
y servicial
y hacerte feliz
para siempre.

Porque, madre,
tú me amas incondicionalmente,
tú me comprendes,
tú me formas bien,
tú me diste la vida
y tú eres el ser que más amo.

12/05/02

No hay comentarios:

Publicar un comentario