domingo, 28 de octubre de 2012

5.005.- Ángel entre nosotros.

Y vivía en la mole complaciente del mundo que a la vez apabulla,
y presente en el informal diario de un extranjero que roza la burla,
con un allegado que no sabe que está frente a un ángel,
con una suciedad que mancha, pero que despierta la fortaleza del alma.

Y vivía en una sociedad que puede condenarte o alabarte tan fácilmente;
idiosincrasia envenenada; decadencia reinante; desidia ambulante;
incomprensión que se regala como el más sencillo gesto;
intolerancia; prejuicio; mal juicio; solo señas de corazones entumecidos.

Y todo esto debía aguantarlo día y noche,
y debía de tener la pureza de su corazón encerrada,
y debía de mostrarse al mundo firme, encajar en sus preceptos,
elevar su nombre, ganarse un reconocimiento que nunca necesitó.

Y debía de ser alguien que el mundo esperase,
de otra forma sería un residuo social, la otra cara que todos temen ver,
sería una humillación a cada paso; y esto porque la sociedad no entiende
que solamente, y tan solo, es un pedazo de Dios que necesita amor.

28/10/12

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