viernes, 26 de octubre de 2012

5.004.- El hombre sin sentido.

Cuentan que una vez
un hombre existió
tan egoísta que amaba en secreto
solo para no compartir amor,
tan mezquino que miraba de reojo
para no gastar una mirada entera,
tan feroz y vulgar que no decía nada
para ofender con su silencio,
tan bajo y ruin que soñaba
y no hacía nada por el sueño (lo olvidaba),
tan vituperable y fantasioso
que un mundo irreal era su mundo,
tan avaro que escribía
y no decía ningún nombre (todo lo engañaba),
tan parco y adusto que cuando sentía alegría
no sonreía, solo reía de cualquier cosa vana,
tan pérfido y canalla que sollozaba
y no podía decir cuánto quería y cuán solemne sentía.

Este hombre envileció sus días
con adusteces sin motivos,
risas vanas, equívocos por doquier
y un sentimiento puro dentro
que jamás podía salir ya inconscientemente,
un amor que parecía no importarle
(pero no podía expresar cuánto lo vivía),
un corazón que no mostraba
(pero que latía a carne viva),
unos sueños y planes que olvidaba
por no saberse capaz de hacer material lo intangible,
una vida que se le escapaba
por saber guardar secretos tan bien
que a sí mismo se engañaba.

26/10/12

No hay comentarios:

Publicar un comentario