jueves, 25 de octubre de 2012

5.002.- No lo sé.

Y es que fui malinterpretado.
La verdad es que pienso en ti
y no puedo olvidarte,
no puedo ignorarte, no sé cómo hablarte.

La verdad es que, por más que intente
parecer ajeno, indiferente, extraño,
no puedo negar esto que nace aquí,
dentro de mí, y va para ti para siempre.

Y es que no tengo argumentos válidos,
no tengo sentido, carezco de todo aquello
con lo que pueda explicarte lo errante de mi hacer,
lo vituperable de mis respuestas... tontas al fin y al cabo.

Y, aunque duerma y despierte y duerma-y-despierte,
no puedo evitar pensar en tu nombre cuando pienso en uno.
No sé como llamarte, buscarte con algún pretexto;
más precisamente, supongo, que no sé como amarte.

25/10/12

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