martes, 24 de mayo de 2011

4.021.- Confesión inevitable.

Hoy no puedo dormir
porque, luego de muchos años,
he comprendido que para mí tú eres el amor.

Todo este tiempo
he intentado olvidarte de mil y un maneras;
nada me ha servido;
ni el ignorarte ni el buscarte defectos
ni el odiarte.

Me había hecho a la idea
de que jamás serías feliz a mi lado,
de que con ellos te iría muy bien
y me he alejado.

Me alejo y siempre regreso,
te olvido y te extraño,
creo enamorarme de alguien más
y te sigo amando.

Mi corazón confundido
ya no sabía ni lo que era amor.
No quería aceptar que al amor de mi vida
ya lo había dejado ir.

Al comienzo pensaba
«ya se me pasará»,
luego, que necesitaba
a alguien más para olvidar,

y hoy, después de tanto,
después de haber conocido
a muchas mujeres y haberlas querido amar,
me doy cuenta de que no puedo
sacarte de mi corazón.

Lo comprendí todo de una vez:
«Tú jamás te interesaste por mí,
y solo eras tierna conmigo
porque no querías ver sufrir a tu amigo».

Pero mi enfermo corazón
lo niega todo, lo crea todo
y me dice que te ama,
que pasaría contigo el resto de mis días.

Suelo preguntarme que qué sería de mí
si jamás te hubiese conocido;
¿soñaría con alguien más,
a quien no podría sacar del corazón
por muchos años
o jamás hubiese conocido
este sentimiento?

Ya desde hace mucho, tanto tiempo
que evito hablar contigo sinceramente
porque, en mi boca, retengo esta frase:
«Te he amado por siempre, dulce sueño».

Probablemente te lo diga
y me aleje para no arruinar tu felicidad.
Aún no me siento capaz
de alterar tus días dichosos,
de hacerte pasar malos ratos
por este amor no correspondido.

Aunque a veces pienso
que mi corazón siempre es intuitivo
y no en vano no te he dejado de amar;
quizás seamos almas gemelas
y nuestro destino sea el estar juntos para siempre.

A ti no te puedo decir frases bonitas.
Mi problema es que te amo demasiado
y que estoy totalmente indefenso
a tus encantos, a tu magia, a tu dulzura.

No sé ni qué hago escribiendo esto
que jamás leerás;
quizás piense que en tus sueños lo sabrás;
quizás aún siga siendo un cobarde
o quizás esté obsesionado...
No, no estoy obsesionado; ya ha sido tanto tiempo
y tanto dolor.

Quizás, la única manera de dejar de amarte
sea el intentar por todos mis medios conquistarte;
luego, recibir una respuesta definitiva
y alejarme para no volver si fuese necesario.

Si tan solo estuvieses sola,
si tan solo me volvieses a mirar
como las primeras veces,
si tan solo tuviese la mínima señal
de que no es en vano lo que no dejo de sentir por ti,
si tan solo me amaras un poco...

Si tan solo te amara menos,
si tan solo no sintiese nada,
si tan solo algo hubiese sido distinto.

Si tan solo alguna vez hubiésemos estado juntos,
aún lo estaríamos
porque mi felicidad y mi corazón comprendido
harían de mí la mejor persona del mundo
y sería todo tuyo.

Ya lo sé ahora:
jamás he luchado por ti
y no creo que hacerlo ahora te haga sufrir;
si así fuera significaría que sientes algo por mí
y me motivaría más aún.
¡Lucharé por ti!

¡No!, no lo haré,
seguiré escondido, alejado,
buscando encontrar otro amor,
alguien que, espero, pueda hacerme sentir
cosas más fabulosas que las que siento por ti.

¿La encontraré? ¿Existirá?
¿Será que solo se ama una vez?
¿Será que intentar amar es forzar al destino?
¿Será que sin ti solo me quedan
esos dos caminos que siempre he predicado serán?

O, quizás algún día, nuestros caminos converjan
y por fin pueda saber si realmente es amor.
Ojalá algún día pueda estar seguro al fin
y pueda actuar acorde a mi corazón
y no tema arrebatarte la felicidad
y estar a sabiendas de que tu felicidad soy yo
y vivir mi historia desde el amor
y vivir tu historia desde el amor,
si es que así no es como la estás viviendo.

24/05/11
14/12/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario