sábado, 14 de mayo de 2011

4.016.- Me enteré.

Lo leí.
Eran palabras con formas de espadas,
bañadas con hiel y adornadas con traición.

Me quedé pasmado, no supe qué hacer.
Me levanté. Anduve sin rumbo.
Finalmente, decidí buscarte.

Te busqué, te hallé, hablamos;
quise decírtelo todo, morir de una vez
y me contuve, me tragué mi muerte.

Conversamos de otras cosas;
mencioné el tema medio en broma,
y no te inmutaste ni un menisco.

Nos despedimos quedando como amigos,
y al irme aún no sabía qué pensar.
Y luego comprendí que no merecías mi amor
y que no eras para mí; ni yo, para ti... decidí olvidarte.

14/05/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario