lunes, 20 de octubre de 2008

3.042.- Perturbadora visión.

Diáfanas cortinas traidoras, bondadosas.
Mágicas OEMs que dibujan esa figura en mis pupilas.
Plata rosa de muslos marcados.
Cafés lechosos que me miran.

Desde el frente: concavidad larga, convexidad, (obviemos esto),
pequeña concavidad para dar realce a esa convexidad subliminal,
concavidad en radio mayor, hiperboide, luego nace otra convexidad divina
que varía en radio de curvatura, de menos a más, y luego sinusoide.

En suma, caigo en cuenta que lo convexo es divino,
pero solo si se le realza con lo cóncavo.
Y, pues, ¿qué mejor concavidad que la creadora de universos?,
¿y qué mejor convexidad que la mía?

Con sus manos como viento sobre la brisa,
encallando en montes, encallando y zarpando en montañas;
llego a ver ¡auroras tropicales!, y llego a sentir glucosa en la sangre,
vaho que sale de mi piel, de mi aliento y luego... un profundo vahído.

20/10/08

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