lunes, 10 de junio de 2002

1.021.- Décimo mandamiento, pero el amor es más fuerte.

1
La amo a ella,
pero ella está comprometida.
Si yo fuese un tonto,
me daría por vencido;
pero he madurado
y voy a luchar por ella.

2
Ella está comprometida,
pero yo la amé incluso
antes de que se comprometiera.
Yo la adoré como a una diosa
antes de conocerla
y la adoré como a la única diosa creadora del universo
cuando la conocí.

3
Lucharé por ella
que es mi sol, que es mi luna,
que es mi agua, que es mi aire;
y así ella verá
que su verdadero amor
soy yo y no él.

4
Me da pena hacer esto
porque él es mi amigo,
pero a la vez tengo que luchar
por la razón de mi vida,
por la princesa del palacio encantado
de mi corazón,
que es ella.

5
Le debo a la psicología mi seguridad,
ella es quien me dijo que valgo,
que vivir es bueno,
que me debo amar más a mí mismo.
Me hizo más fuerte
y me dijo que tengo que luchar por mis ideales.

6
Le diré del amor que le tengo.
Le diré que es más valiosa que la fe.
Le haré sentir valiosa, importante.
Le haré saber que es más importante para mí
que el sol.

7
Le amaré.
Lucharé por ella.
Le haré ver la realidad.
Le complementaré.
Le haré ver que el destino nos hizo a los dos ligados
por esa gran fuerza que se llama amor.
Haré alguna de sus ideas locas, humanas.

8
Le haré ver que
su verdadero amor soy yo.
Le haré ver que la amo,
que es lo más importante para mí.
Le llevaré por el camino de la verdad absoluta,
el camino que lleva a saber la verdad.

9
Le regalaré mañanas eternas
y atardeceres entre mis brazos.
Le haré sentir que es la diosa
que yo sé muy bien que es.
Le hablaré de las posibilidades y el infinito.
Le curaré su remordimiento por dejarlo.

10
Le haré feliz.

10/06/02
29/01/14

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