Hay historias hermosas en la suma de historias
que relata la vida mientras pasan los días.
Amo una historia que habla de un amor eterno
desde muchísimo antes y sin ningún final.
Estar enamorado eternamente es bendito y pleno;
algo que, supongo, es dado únicamente a quien se premia,
a quien, durante alguna vida, ha sabido ser paciente
y ha contemplado, dentro del mundo, la eternidad.
El amor que uno da es el amor verdadero;
no existe otro más que él y el sentirlo nos hace inmensos,
intensos, con sentido, fundamentales, preciosos y eternos.
El amor eterno no es más que el amor verdadero.
Pero adoro esas historias donde el amor es de siempre,
nace en personas que se conocen cuando niños,
persiste a lo largo de toda la vida y siempre se piensa
en el otro, se esté donde se esté, esperando el día del reencuentro.
22/11/15
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